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15 días después.

Habían pasado varios días y Yolo aun no le daba una respuesta, era un rechazo muy obvio, veía a Ari muy desganado, desanimado y a veces hasta deprimido. Odiaba verlo así, pareciera que esto era un ciclo, siempre volvía a lo mismo, y todo esto lo lograba Yolo. Sinceramente me distancie de ella, sólo por el simple hecho de que lo hacía sufrir demasiado. Odio que no sepa valorarlo como yo lo haría.

El día de hoy me levanté muy temprano, era un día especial, iríamos de campamento, en un bosque que nunca había visitado y mucho menos recuerdo su nombre, eso era lo de menos, el punto era que iríamos todos los de mi clase, estaba emocionado, hace mucho que no salía de campamento. Mi madre, por ocasión especial, me llevo a la escuela, era necesario, no iba a cargar las cosas del campamento yo solo y caminando. En fin, subimos al autobús y todo era muy organizado, nos acomodaron en los asientos.

—López Cuauhtémoc —mencionó un joven. Era de los ayudantes del campamento.

—Presente —dije al escuchar mi nombre.

—Asiento 16, ventanilla —respondió. Subí al autobús y me senté.

—Córcega Aristóteles —continuó el joven.

—Presente —contestó Ari mientras subía al autobús.

—Asiento 16, pasillo —le asignó y continuó nombrando a los demás.

Era mi día de suerte, Ari se sentaría conmigo. Cuando llegó a nuestro asiento solo sonreímos, él de forma más graciosa.

—Yo quería la ventanilla —se quejó con una sonrisa falsa, pero graciosa.

—Lo siento, no puedo hacer nada —sonreí inocentemente. Ari se resignó y se sentó. Al instante empezó a hablar.

—¿Viste la cantidad de ayudantes que nos acompañarán? —solo asentí ante su pregunta— me siento como niño de primaria, es una exageración, ni que nos fuéramos a perder —dijo molesto

—¿Por qué te molestan los asistentes? —pregunté curioso.

—No lo sé, los imagino dando órdenes a cada rato, cuidándonos, y cosas así.

—Bueno, tienes razón, pero será divertido —sonreí.

—Eso espero, lo bueno que estas aquí para distraerme. Porque cuando me aburro, me pongo a pensar en cosas tristes, tu sabes —me miró fijamente.

—¿Por lo de Yolo? —pregunté aunque ya sabía que era por eso, él sólo asintió y continué— ¿no te ha dicho nada?

—No, pero ya fue mucho tiempo para pensarlo ¿no crees? —enarcó ambas cejas y sólo asentí— ahora lo veo como un rechazo.

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2021 ⏰

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Dear, dear, diary -AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora