CAPITULO 13

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  • Dedicado a Samita Garcia
                                    

"Bajo el puente en el arroyo, una niña y un tesoro, su mantita, rosas rojas, ojos tristes, luz sedosa"

"Bajo el puente en el arroyo, un consuelo es el tesoro, duerme siempre, princesita no estés tristes, busca paz"

El canto de una voz me despierta de mis sueños, la canción es tan conocida para mí, "Luz de luna en tu ventana, siempre alumbra la velada, duerme en paz hasta mañana", el canto termina y pienso que mi padre está cerca, pero no, Richi es quien canta mientras hace unos sanduchez, pone la mayonesa en las rodajas de pan, luego la mortadela, lechuga y tomate, mientras repite esa canción de cuna.

Tenía cinco años cuando mi padre me la canto por primera vez, había tenido un mal sueño y el corrió a mi cuarto, dijo que sería mejor que me tranquilizara, mamá estaba demasiado cansada para venir a mi ayuda así que él se quedo conmigo, me arropo con las cobijas, y mientras me acariciaba la cabeza me cantaba esa canción de cuna, así fue durante varios años siempre que podía me la cantaba, ahora que Richi la canta me da melancolía, mi padre, Robert Samar había desaparecido aquella noche en la que irrumpieron en la casa, no supe más de él, fue como su desapareciera del mapa.

Limpio mis ojos delicadamente, quitando todo rastro de lágrimas, Richi se acerca y me ofrece uno de los emparedados, siempre es amable, algo extraño en las personas pero a ella se le da por naturaleza.

Se ha convertido en pocos meses una gran compañía y es por Richi que comencé a participar de salidas a bares, a fiestas y discotecas, para mí todo va por lo sano y yo soy su chofer asignado siempre que se pasa de tragos, duerme en mi casa ya que siempre pone el pretexto de que si llega en ese estado a la suya su madre la mataría.

Richi es alocada y extrovertida a veces llega a sus límites y dice que esa es su forma de ser porque su padre jamás está en casa y cuando lo está le da poco o nada de tiempo, algún día piensa largarse de ese lugar, sabe que herirá a su madre, así que está decidida a hablar pronto con ella para que la apoye y vivir en un lugar diferente, no quiere echarse a perder por culpa de un hombre que al parecer no la quiere.

- ¿Te sientes mejor?- se sienta a mi lado mientras escoge una película de los estantes para verla.

- Mucho mejor, debo decir, gracias por quedarte.- doy una mordida a la comida y sonrió.- deberíamos ver esa, es muy buena.-hablo con la boca llena, algo un poco grosero.

Richi muerde su emparedado y habla de la misma manera que yo.

- Votos de amor.- revisa la portada.- no te veo como el tipo de chica que le guste esto, a veces pareces muy ruda.

- No lo soy,soy más tímida te puedo decir, aunque no lo niego si quiero algo lo consigo.

- ¿Te portaste tímida con tu cita de la otra noche?- pone la película para reproducirla en la Tv

Regresa al sofá y se sienta apoyando su cabeza en su mano izquierda y me mira con una enorme sonrisa.

- ¿Qué?

- Tu mirada me dice que algo ha pasado en esa cita.

Jugueteo con la colcha que nos cubre.

- Te besaste con el ¿no es verdad?- mi sonrisa se vuelve más amplia.- lo sabia cuéntame con todo y lujo de detalles.

- Solo salimos a cenar y luego caminamos.

- Y por eso estás como un tomate... algo más paso, como fue que se dieron el beso.

- Pues me llevo a un lugar.- evito habar de nuestro lugar secreto.- y por un momento casi lo beso pero comenzó a llover.- omito la parte de los desnudos y el chapuzón.- así que cuando llegamos a casa me retuvo como prisionera y luego me beso.

SHOT THE GUN (Disparo) CanceladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora