SHOT THE GUN (Disparo) Cancelada

CAPITULO 6

Poco después de llegar a mi casa, tomar una ducha relajante y ponerme algo cómodo decido arreglar un poco el lugar, ya que Mark trabaja la mayor parte del día, tomo mi Ipod y lo conecto a los parlantes, Lock me up de The Cab resuena por todos lados y me contoneo al ritmo de la música, limpio el piso y los polvos, para cuando son las cuatro de la tarde he terminado prácticamente todo y solo me falta lavar los trastes, la música en alto volumen me anima mas y cuando estoy a la mitad del coro de Love don't die de The Fray alguien toca la puerta, bajo el volumen de la música y me acerco a la ventana para ver quien esta tras la cortina pero no hay nadie en el pórtico, me seco las manos en el pantalón y abro la puerta.

No hay absolutamente nadie, ni un alma alrededor, salvo los autos parqueados en la calle y un par de niños jugando en el jardín del frente, cuando vuelvo a entrar antes de cerrar la puerta veo en el suelo el correo, aunque es extraño que el cartero no haya esperado para que yo firme el boletín de recibido, recojo los sobres y vuelvo a la cocina, reviso las facturas que hay, un par de estados de cuenta, la revista de Victoria Secret y unos cupones de promoción, nada interesante, lo mismo de siempre.

Un trozo de papel que está claramente partido por la mitad cae en la mesa al levantar el último sobre, al principio no caigo en cuenta de lo que es pero al leerlo mi cuerpo se tensa y mi corazón comienza a palpitar cada vez más rápido, corro de regreso a la puerta y la abro, salgo al jardín delantero y lo recorro intentando ver si por algún lugar puedo encontrar a aquel chico de ojos penetrantes y cabello castaño, ¿Cómo es posible que el este aquí? Es algo completamente imposible, me pongo a analizar las posibles respuestas a como el podría llegar a mi casa pero es algo que no tiene sentido, aunque por un lado el me ha enviado la nota en mi correo o ¿tal vez el la puso entre lo demás mientras yo abría la puerta?, no, no puede ser, revise el pórtico antes de salir y no estaba nadie parado allí, abandono algún rastro de esperanza, seguro solo es una mala broma.

Voy de regreso a casa, cierro la puerta por segunda vez y me dirijo a la cocina, vuelvo a subirle el volumen a la música y Beyoncé se hace la dueña del lugar, mientras canto y bailo, hasta que termino de lavar el ultimo traste, me doy vuelta y el plato cae al piso, al mismo tiempo que el corazón se me detiene por un momento. Es él y esta sentado en la cocina de mi casa.

- Mierda.- digo asustada.- ¿tú qué rayos haces aquí?- grito y cojo un cuchillo para que no se me acerque.

- Tranquila, nena, no te voy a hacer daño.- dice él y sus manos están a la defensiva.

- ¿Acaso estas loco?, ¿Cómo has entrado?, vete de aquí.- le hablo lo mas calmada que puedo.

- Te dije que me volverías a ver, baja ese cuchillo que no te voy a hacer daño.

- Estás loco.- vuelvo a repetir, estallo y me muevo para alejarme de él.- responde ¿como has entrado?, eres alguna clase de asesino, porque si es así me arrepiento tanto de haberte golpeado el otro día, pero fue un pequeño tropiezo, no tenia intensiones de hacerte enojar.- el me mira y se comienza a reír.

- Que... tu... tú crees que yo he venido a hacerte algo por eso.- habla y su risa se hace mas fuerte.- Nena para ser alguien como tú sí que te imaginas lo peor de la gente.- me relajo un poco, trato de respirar con normalidad y tranquilizarme.

No pienso bajar la guardia, no olvido como se comporto la ultima vez que lo vi, me esta dando un mal presentimiento de él, primero me insiste en que acepte ir al bar con el y no se detuvo hasta que acepte y ahora viene y se presenta en mi casa, que me imagino lo peor de las personas, no es así, me imagino lo peor de él, esta claro que sí.

- Responde.- vuelvo a insistir.- ¿cómo has entrado? o llamo a la policía.- toma una manzana de un tazón que hay en frente.

- La puerta del patio trasero estaba abierta, ok, quise venir y darte una sorpresa, pero veo que no fue una gran idea.