CAPITULO 10

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  • Dedicado a Sammy Montero
                                    

-         No has tocado tu comida en todo este tiempo.-Isaac para un momento la conversación que teníamos y me mira como si tuviera un moco en la cara.- comiste algo antes de venir.

-         Hummm... yo.- pienso en que decirle mientras juego con los cubiertos.- me comí unas golosinas antes.- contesto pero no es tan convincente.

-         ¿Te llenas solo con golosinas?

-         No...- se me sale.- digo sí, sí hoy comí más de la cuenta.

-         ¿Estás segura de que te encuentras bien?, no luces como que conocí hace tres semanas.- se dibuja una sonrisa en mi rostro.

Me he distraído en mis propios pensamientos desde que entre en el auto de Isaac, al principio fueron pensamientos de cómo iría la cita, y luego recordé lo que paso en casa antes de partir, mis pensamientos entraron en declive y se volvieron peores a cada segundo, porque pensé que alguien nos seguía, trate de calmarme un poco y mi temor no se noto, luego deje de pensar en eso y trate de concentrarme en Isaac, lástima que eso no sucedió, me puse a pensar en que podría pasar después de esto y la situación empeoro aun más, me he esforzado por mantener mi mente en blancos y ahora estoy tratando de volver al presente y no enfocarme el lo que fue y lo que podría ser, solo el presente y punto.

-         Lo siento... pero... olvídalo.- le digo con un tono muy bajo, la voz se me debilitaba, me meto una cucharada en la boca y suspiro lo miro a él fingiendo estar animada.- Ya estoy comiendo, lo vez.- me meto otra cucharada más.

-         Y que tal sabe.- me pregunta Isaac sonriéndome y me hace pensar que algo se me ha olvidado.

-         Esta rica.- muevo mi mano en la mesa y me doy cuenta de que he cogido el tenedor para probar la sopa, las mejillas me arden.

-         Si, seguro.- vuelve su mirada al plato y toma una cucharada de la sopa, pone la mano debajo para que no se derrame en la mesa, me acerca la cuchara a la boca.- vamos, come.- ordena, empuja un poco pero delicadamente la cuchara animándome a abrir la boca, mierda si que la comida esta deliciosa.

-         Mmmm.- mi cara demuestra placer.- eso si que esta rico.

-         Ahora si te creo.- sonríe más abiertamente.

-         ¿Cómo descubriste este lugar?

-         Bueno pues, venia aquí cuando era pequeño, mis padres me traían por mi cumpleaños.- se arrima al espaldar de la silla, pone ambas manos sobre la mesa y entrelaza sus dedos.

-         Oh.- logro decir.

-         ¿Qué?- levanta su ceja de nuevo y me mira buscando una respuesta.

-         Bueno... es que, es un lugar muy lujoso, me sorprende que me hayas  traído a aquí.- hablo y vuelvo a mi comido avergonzada por esa confesión.

El lugar es realmente elegante, las mesas están cubiertas con manteles blancos perfectamente limpios, del techo caen pequeñas luces colgadas que alumbran el lugar claramente y dan la sensación de que estas rodeada de estrellas, hemos entrado con reservación y la vista desde la venta es maravillosa, de seguro esto debió costar una fortuna.

-         Puedo pagarlo.- me dice pero sé que no está presumiendo, lo dice de la forma más gentil que puede.

Lo miro un momento y él me mira, demuestra una pequeña sonrisa, por lo menos esta vez no se tapa la boca porque se esta riendo de mi, me alegro de no ser el bufón nuevamente.

SHOT THE GUN (Disparo) CanceladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora