CAPITULO 18

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Richi toma sus cosas rápidamente, no puedo contener mi preocupación como  para no alertarla así que luego de notar mi estado no pregunta nada y toma el camino para dirigirse a su auto.


-         Richi vete, estaré bien, yo volveré a casa tú has lo mismo.

-         Sherry.- sus ojos están llenos de preocupación.

-         Solo hazlo te lo explicare, cuando pueda.

-         Prométeme que estarás bien.- respiro profundo.

-         Lo estaré.


Luego de haber puesto mi sonrisa más falsa Richi toma su camino, mientras yo despierto a Blerk, y partimos a nuestro auto.


A pesar de que Isaac me ha dicho que confié en él, dudo mucho de sus palabras y prefiero dirigirme al gimnasio, Mark se encontrara ahí y me pondrá a salvo, lo sé, contengo las ganas de llorar mientras manejo de izquierda a derecha tratando de llegar lo más pronto posible, pero a pocas manzanas de mi destino el trafico comienza a detener a los autos a cada segundo.


Las sirenas de patrullas, ambulancias y bomberos invaden el lugar a un kilometro a la redonda, una columna de humo negro crece y cubre el cielo, no podría estar tan noqueada como lo estoy en este momento y lo único en lo que puedo pensar es en Mark, abro la puerta del piloto y bajo miestras que el tumulto de gente corre en dirección opuesta a donde deseo dirigirme.


Blerk ladra innumerables veces y la hago bajar del auto, sale corriendo rápidamente en dirección a la columna de humo y la sigo, al dar el séptimo paso un estruendo aturdidor me deja completamente desarmada y una fuerza hace que yo caiga al suelo, mi mejilla  choca abruptamente, tan fuerte contra este que inmediatamente siento el sabor de la sangre en mi boca, la gente grita y corre mientras yo permanezco en el suelo sin saber porque, tratando de recuperar la conciencia, me doy vuelta recostada en el suelo y veo el cielo, una nube grisácea de humo invade la calle, hago el esfuerzo de levantar mi cabeza y lo comprendo, directamente frente a mis ojos veo mi auto en llamas.


El palpitar de mi corazón es  continuo y acelerado siento que voy a desfallecer en cualquier momento, tomo fuerza y me levanto de la manera que puedo, primero arrastrándome un poco en el suelo y luego apoyándome en las rodillas para ponerme en pie, tomando apoyo de los autos a mi alrededor mientras las gente busca un lugar seguro, tomo mayor fuerza, mis oídos emiten un zumbido, lo único en la que puedo pensar es Mark, si eso le ha pasado a mi auto estoy segura entonces de que la columna de humo no viene de otro lado que no sea el gimnasio. Comienzo a caminar mientras meneo mi cabeza de un lado al otro y corro lo más rápido que en este momento mi cuerpo lo permite, comienzo a introducirme en el tumulto de gente curiosa que rodea el lugar, las miradas de los espectadores recae sobre mí como si  se tratara de una muerta viviente, la cinta amarilla alrededor y los cuerpos de los policías crean una barrera para que nadie pase.


El corazón se me parte en mil pedazos, las lagrimas contenidas salen y por primera vez luego de diez años vuelvo a sentirme en el profundo vació, sola, sin nada en el mundo, el tiempo se detiene, los murmullos de la gente desaparecen, son un alma a la deriva, un cuerpo con vida pero con el corazón muerto. ¡Me han quitado todo, todo, lo que he tenido alguna vez!


El cuerpo de Mark yace en el suelo inamovible, forcejeo con uno de los policías insistiendo en que me de paso.

SHOT THE GUN (Disparo) CanceladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora