CAPITULO 5

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Los últimos días no han sido fáciles para mí, las pesadillas han vuelto, las malas noches se están acumulando y siento mi cuerpo desfallecer, cada segundo que pasa es un segundo más en el que mi inseguridad aumenta, me siento desprotegida, como hace unos años, me siento sola, a pesar de que no lo estoy, Mark se preocupa por mi estado pero no hay nada que se pueda hacer.

Hoy he ido a mi entrenamiento, y he conversado con una nueva chica, Richi, ha entrado hace dos semanas y se está convirtiendo en una buena distracción, no tengo las conversaciones pasajeras, típicas, que mantengo con cada chica o chico que se acerca a mí para preguntarme, ¿Cómo usar una de las máquinas? O ¿Dónde está el baño?, con ella tengo conversaciones de verdad y eso me ha mantenido enfocada en lo que debo hacer a diario.

El gimnasio es prácticamente mi segundo hogar y mi trabajo, me he dedicado a mantener el negocio desde que cumplí los diez y seis, ya que mis estudios fueron, hasta hace poco, solamente en casa no tenía más que hacer y me la pasaba la mayoría del tiempo en el "trabajo" que ahora si es pagado y con beneficios, pienso algún día mantenerlo por mí misma cuando Mark ya no pueda, ya que he vivido con él y me ha criado como un padre, me ha dado la confianza para que de aquí a un tiempo el gimnasio pase a estar a mi nombre.

Por ahora me paso el medio día atendiendo en recepción y ayudando a quien necesite mientras Mark se encarga de los entrenamientos personales, luego el toma mi lugar y yo me tomo la tarde libre, es así como conocí a Richi, desde el primer día sentí una conexión fuerte con ella y ya la considero como mi hermana, tal vez sea por el hecho de que jamás me he relacionado con alguien de la manera que lo hago con ella, es del tipo de persona que conoces y con solo hablar tres minutos sabes que formara parte de tu vida por un buen tiempo.

-         Hellow, bombón ¿cómo va tu día?- la voz chillona de Richi se escucha y segundos después siento que alguien me da una nalgada.

-         ¡Hey!, no te pases mi pompis es sagrado.- le digo dándole una sonrisa.

-         Deberías decirme cuál es tu secreto para andar siempre con ese cuerpo, yo ando por el camino de la salud desde hace poco pero siento como que fuera eterno, todavía siento como si hubiera recibido una paliza luego de cada sesión.- coloca todas sus pertenencias en el casillero frente a nosotras, me dedico a escucharla y sonreír.- Te conté sobre Trevor, verdad, ese chico no para de molestarme, le he dicho ya varias veces que deje de acosarme o uno de estos días realmente llamare a la policía pero no para y ya no se que mas hacer para mantenerlo alejado.-guardado mis cosas y amarro las cuerdas de mis zapatos, cuando ella termina de alistarse para salir me mira y dice.- ¿Qué... no vas a decir nada?.- suspiro y me agarro una coleta.

-         No sé qué decir, Richi yo, bueno no tengo experiencia en esos asuntos, la verdad que no tengo experiencia en nada, porque no solamente, le dices que él no es tu tipo.

-         Lo he hecho pero creo que mejor debo ignorarlo, algún día se cansará y todo volverá a ser como antes, ademas Marcus está a punto de ponerle un alto a la situación.

-         Entonces problema resuelto.- le digo, tomo mi mochila y nos dirigimos a la salida.

Debo decir que el tema de las relaciones nunca se me han dado, siempre he sido un imán de problemas y la única vez que deje a alguien entrar en mi vida de manera seria fue a parar al hospital, por eso jamas me permití querer a alguien, si alguien me gustaba pues lo mantenía en secreto o simplemente les decía que no estaba interesada, así durante los últimos tres años cuando por la naturaleza de los adolescentes te comienza a nacer la necesidad de entablar una relación con alguien. Pero ahora ya no tengo esa clase de sentimientos, jamás me he sentido atraída por alguien de esa manera y creo es mejor para mi y los demás que yo me mantenga así.

SHOT THE GUN (Disparo) CanceladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora