SHOT THE GUN (Disparo) Cancelada

CAPITULO 20

Los pasos de Isaac alrededor de la habitación me tienen intrigada, va de derecha a izquierda como si yo no estuviera acostada en su cama, escucho su profundo suspiro y luego el estruendo de algo rompiéndose, me levanto rápidamente anonadada y en estado de shock, Isaac se encuentra de espaldas a mí y sus manos profundamente clavadas en su pelo como queriéndose hacer daño y luego mira al techo, cuando se da la vuelta se queda helado sin mover un musculo, sus ojos están profundamente clavados con los míos mientras el no muestra emoción alguna.

Respiro profundamente tranquilizándome, diciéndome que no pasara nada, su mirada depredadora me asusta, está vacía algo que se me ha hecho común de verlo en el en este poco tiempo, me he acostumbrado a esas miradas, pero sigo con la intriga de por qué es cerrado y vacío para luego volverse  alguien que se preocupa por mi y que me ha protegido.

Al igual que el yo también me siento vacía pero estoy tan desgastada, tan triste, me siento como él lo hace de alguna manera lo sé y no sé de dónde viene el sentimiento solo necesito estar con él. Apoya sus brazos a mis costados y queda frente a mí.

-         Quiero besarte.- Dice Isaac me mantengo callada y una pequeña risita sale de mi a pesar de sentirme pésima, sus palabras me levantan el ánimo.- ¿Qué están gracioso?

-         Nada es solo que tu…

-         Es la primera vez que te he visto sonreír.- mi cara se apaga de nuevo y miro el suelo.- ¡Hey! Nena por favor ya no estés triste.- toma mi mentón con sus suaves dedos y dirige mi mirada hasta hacer contacto con sus ojos.- Quiero besarte.- vuelve a decir, mi sonrisa emerge nuevamente y esta vez el planta un beso en mis labios.

-         Creo que estaré triste toda mi vida, si eso significa que me basaras nuevamente.- digo, sin importar que la tristeza en mi corazón se desvanece quiero estar así siempre.

-         Pues si con besos puedo hacer que estés contenta, imagínate lo que puedo hacer para que comas.- su voz es sensual y me da un beso en la frente.

Retrocede y toma la bandeja donde un plato con leche y una cajita de cereal están acomodadas, además de jugo y una rosa a un costado.

-         Lindo detalle.- me acomodo en la cama y el coloca la bandeja en mis piernas.

-         Has dormido mucho, te sientes mejor.- puedo sentir si murada en mi, trato de concentrarme en preparar el cereal porque no quiero llorar más, no ahora.

-         Creo que el dolor se está amortiguando.

-         Mark, te amaba Sherry, no lo olvides nunca.- asiento con la cabeza.

-         No puedo creer que todo esto haya sucedido, tu, Mark, Blerk.- se me retuerce el estomago solo de pensar que ella también está perdida.

Isaac me mira con el ceño fruncido.

-         ¿Yo?- pregunta.- no puedes creer que yo este ahora en tu vida.

-         No puedo creer que seas la persona en quien Mark confiaría.- hablo y trata de no ponerse serio.- La vez en la que te vio en el carro no te reconoció.- toma aire.

-         Debió ser la luz.- se sienta a mi lado.- lo conozco desde hace mucho nena, más de lo que imaginas.

-         De eso estoy segura, Mark no le confiaba nada a nadie en especial si se trata de mí.

-         Pues confió lo suficiente como para que yo te cuide ahora.

Me meto una cucharada a la boca y tomo jugo.

-         No tengo mucha hambre.- hablo para cambiar de tema, pero no dejo de darle vueltas a lo que me ha dicho, Mark me lo habría presentado.

-         Te hablaba enserio con lo de hacer mucho más para que comas.

-         Creo que entonces no comeré por un largo tiempo.- lo miro a los ojos existe una chispa de brillo en ella.

-         Tienes una mente retorcida nena.- me rio y le doy un codazo.

-         No eres buena influencia para mi, desde que te conocí mi mente está un poco retorcida.

-         Creo que entonces debería buscar a otra persona para qué te cuide, no crees.

-         Debería, si.- frunce el ceño.- debería empezar mañana mismo.- sonrió.

-          Es una broma… verdad.

-         Claro que sí, no me puedo fiar de nadie en estos momentos, eres lo único que me queda.

Hablo tan sinceramente, no le miento de alguna manera Mark me ha dejado a su cuidado, el confiaba en el por lo tanto tengo que poner mi confianza en Isaac.

Su mirada vuelve a estar vacía, y mira más allá de la ventana, luego me mira de regreso.

-Vamos nena tienes que comer.

No digo nada solo me meto otra cucharada del cereal mientras lo miro directo a sus ojos.

Cuando termino, le pregunto a Isaac si tiene útiles de aseo en especial un cepillo de dientes, me sorprende al mostrarme su baño y encontrar, un cepillo y peines para el cabello, me dice que lo compro por mi porque él no tiene la necesidad de quedar bien peinándose el cabello, además a comprado un poco de ropa, unos cuantos jeans blusas, sacos para el frio y ropa interior, pienso en la idea de que tal vez el desee que yo me quede en su casa, pero luego me propone ir a la casa de Mark, seguramente no podrá mantener fuera a quien sea que mando botando hace pocas horas acepto sin regañar primero porque quiero mantenerme en un lugar conocido por mi y segundo porque estaría tomando demasiado confianza algo un poco contradictorio ante mis pensamientos pero cierto, no hay más que solo besos entre nosotros.

Cuando termino de asearme, entro a la ducha y la lluvia artificial relaja mis músculos es como estar en el paraíso, entonces noto que tengo varios moretones por todo el cuerpo, algunos duelen solo con al contacto mientras que otros comienzan a doler por si solos y me martiriza el recordar lo que sucedió, debo dejar de pensarlo, pero es algo imposible, contengo las lagrimas y continuo delicadamente frotando mi cuerpo para relajarme y que el dolor pase.

Me visto, y salgo pero no quiero ir a otra parte de la casa, así que me siento en la cama, me recuesto y me relajo, antes de que los recuerdos me invadan nuevamente Isaac entra y me toma de la mano, me abraza y acaricia mi cabeza, no lo detengo, me hace sentir bien y solo pienso en él y lo que está haciendo, ¡Gracias!, su consuelo me revuelve el estomago contengo las lagrimas que quieren salir y lo abrazo por el cuello, cuando levanto la vista veo ternura plasmada con un toque de preocupación en el rostro de Isaac y seca una lagrima que se ha escapado con su pulgar.

No puedo evitar bajar  la mirada hasta sus labios y de regreso a su mirada, sin pensarlo dos beses junto sus labios con los míos, su mano acariciando mi mejilla mientras la otra aprieta detrás de mi cabeza, primero muerde mi labio inferior, lo jala y toma mi labio superior entre sus labios, la sensación es placentera exactamente como la primera vez que me beso con esa magnitud lento al principio y luego quitándome todo el aire, desarmándome, un gemido sale de su boca y el beso se detiene.

No existen palabras, el silencio prevalece, Isaac me abraza nuevamente y así permanecemos por un largo rato, mi corazón se tranquiliza, me siento viva después del desastre.