Capítulo 2

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Esto no se trata de ti

Chelsea

― Y, por lo mismo que te digo, ese niño es la solución.

Me paseaba por toda la habitación con una bandeja repleta de tostitos, esa era mi forma de desestresarme y saciar mi hambre de poder. Había ayudado a Kennedy, y ahora me debía un favor más, la lista se está haciendo cada vez más larga, pero eso es algo que él ignora porque hasta la vez se a dignado en llamar.

― ¿Ya solucionaste lo de la regadera?

Effie era mi vecina, una de las pocas personas que me escucha y guarda mis secretos.

― Esa mierda me abrió los dedos como bisturí, pero aún no sé lo he sacado en cara, creo que si quiero ganarme a el idiota tengo que ir con calma. Porque de nada sirve decírselo ahora.

― Tuviste suerte que solo hayan sido los dedos.

― Si, lo sé. No podía dejar que Denzel se lastimara más de lo que ya estaba.

Fue su primera borrachera, y sé que no irá en busca de otra.

Le choco bastante a su cerebro.

― ¿Tú padre no escuchó cuando el vidrio se quebró?

Nah.

― Los muros son realmente gruesos, y aun así haya escuchado algo, seguro y lo dejaba pasar porque él está encantadísimo con Denzel.

Es que lo doy por firmado, él es mi trébol de la buena suerte.

― Vamos es tu padre, él seguro se habría enojado si supiera todo lo que me estas contando.

― Claro que sí, pero esto nadie se lo va a decir.

Mire como sacaba de uno de sus cajones un porro, sus padres se lo tienen prohibido, pero a ella no parece importarle tal detalle. Me hizo una señal para que la acompañará hasta el balcón, por eso su cuarto no apesta a yerba, Effie se toma muy personal la imagen que perciben sus padres de ella.

El viento era fuerte pero agradable.

Prendió el cigarro como si fuera una experta y, después de inhalar me ofreció de el.

― Creo que pasaré de ello.

Formo una sonrisa en sus labios mientras soltaba el aire que tenía en sus pulmones, sabía que ella fumaba, la había visto hace un tiempo por mi ventana, pero hasta ahora nunca lo había hecho en mi presencia.

― Más te vale, si yo te veo con uno de estos, prometo ser yo la que llame al señor MacRury para que te enderece de un palazo.

Ella no se ha atrevido a contarme sus cosas, solo me escucha y deja que hable, es como un mediador entre mi cordura y mi forma de actuar.

― ¿Doson no te ha llamado aún?

― Eso es lo que dice mi celular.

No es placentero hablar de ello, pero es la realidad, Doson no da la cara y eso es molesto.

― Prácticamente se ha rendido conmigo, y lo único que yo esperaba de él era... que encontrara la manera de comunicarse, se supone que para eso estamos juntos... no quiero peleas, quiero pasarla bien con él.

― Puta vida de enamorados.

Sí, lo sé.

La necesidad más innecesaria que puede existir, incluso el cerebro lo ve así.

― Cuéntame de Kennedy, si no mal recuerdo él es hijo único.

Uhm.

― Creo que sí, supongo que por eso él se comporta como un niño caprichoso con aires de superioridad.

Hay quienes solo soñamos con ver arder el mundo [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora