Conocidos
Chelsea
Observaba la inmensa habitación que le habían dado a Piero.
Mis labios apretados y mis manos en la cintura lo decían todo. El lugar estaba bien, justo frente a la habitación de Leslie, pero no había buena vibra. O tal vez era solo mi loca cabeza jugando trucos. Debe ser extraño que te saquen de tu casa de repente y te digan que tienes que acostumbrarte a una nueva vida que nunca imaginaste. No sé cómo lo está tomando Leslie, pero parece tranquila, al igual que Piero.
Aunque la actitud de Leslie me hace dudar. Siempre ha sido así, nunca muestra cuando algo le afecta.
― Últimamente te he notado bastante distraída. ―Denzel me hizo compañía.
Lo sé, viendo a la nada y pensando en tantas cosas.
― Es que a veces solo pienso en el dinero. ―Y, suelo pensar mucho en tonterías que me agobian.
― Pensé que lo que decías era una tontería. ―comentó con un toque de incredulidad en su voz.
Es que siempre me ando con juegos.
― ¿Te refieres a lo de la infidelidad? ―suspiré― Amigo, yo soy de las personas que no andan con mentiras. Me da pereza lidiar con la gente que va por ahí engañando... Por cierto, no andes de chismoso diciéndole a todo el mundo lo que te he contado. Eres la primera persona a quien se lo digo, así que si alguien se llega a enterar, ya sé a quién golpear.
― Ni siquiera tienes que preocuparte por eso. ―respondió con seguridad.
Supongo que ahora Leslie ya no estará sola. Aunque, sinceramente, creo que Piero la necesitará más a ella que ella a él en estos momentos. Debe sentirse extraño e inseguro con todo este cambio repentino.
¿Podrá acoplarse a esta gran casa?
― ¿En qué grado estás? ―pregunté con genuino interés.
― Último de primaria.
― ¡Genial! ―musité, apretando los labios con una mezcla de agobio y de rechazo.
¿Qué más puedo preguntar? Se me esta haciendo difícil sacar una conversación, en realidad esto jamás me había pasado, pensar en que podría hacer que me odie me hace poner inquieta.
― ¿Tú color favorito?
― ¡Ay, por favor Chelsea! No sigas. ―interrumpió Denzel.
― ¡Qué! ¿Qué tiene? Me intereso por él.
― ¿Y, luego que? Vas a continuar con cual es su plato favorito, cereal favorito, si es zurdo o derecho, puedo apostarte a que iras por ello.
― ¿No te interesan las pequeñas cosas, Denzel? ¿Acaso no te das cuenta de que con esa información puedes hacer muchísimo?
Desde sacarle unas cuantas lágrimas de alegría hasta hacerlo sentir importante al recordarle que para ti sí lo es.
― Es un niño.
―¿Y eso qué tiene? ―Reafirmé mi voz, desafiante.
― Que a su edad no lo tiene todo claro.
Mis pupilas se dilataron de tan solo verlo a la cara.
― Y, yo tengo claro que cada vez te pareces más a tu padre.
Habíamos comenzado a poner tensión a nuestro alrededor.
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Hay quienes solo soñamos con ver arder el mundo [✔]
RomanceDenzel Kennedy Dubois, inmerso en la efervescencia de una vida social deslumbrante, donde los reflectores y los buenos modales son su carta de presentación, proyecta la ilusión codiciada de ser el niño rico con padres excepcionales. Sin embargo, det...