Mejor amigo
Chelsea
― Jamás volveré a poner mi vida en juego.
A veces, Denzel solía ser una verdadera molestia. Su paranoia era exasperante; además, ¿quién en el mundo no había manejado un auto con una sola mano alguna vez?
― Conmigo jamás vas a sufrir un accidente de tránsito, Kennedy.
Parqué el auto en el estacionamiento y cerré las puertas rápidamente, antes de que Denzel pudiera bajar, anticipando su mirada de sorpresa. Sin duda, le había desconcertado que la chica más hermosa y honorable que había conocido le sostuviera la puerta del coche.
— Bájese, mi princesa —murmuré con una sonrisa galante, extendiendo una mano hacia él mientras pronunciaba esas palabras que le hicieron sonrojar levemente.
― Eso no era necesario.
Lo sé, con lo de princesa me pasé.
― Leslie nos está esperando adentro. ―mencioné, jugando con las llaves del auto mientras indicaba nuestra próxima parada.
Ella es nuestro pase a la felicidad; con mi amiga todo es gratis.
—Pensé que solo íbamos a estar los dos —dijo Denzel, observando la sorpresa en mi rostro mientras confesaba sus expectativas iniciales para nuestra salida.
― No, yo no tengo dinero.
— Pero yo sí —admitió, para variar—. Y sabes que el dinero no es un problema para mí.
Si su futura esposa escuchara la barbaridad que está diciendo, seguro me arrastraría por los suelos, y no tendría cómo defenderme.
— No me ofrezcas tu dinero, porque no voy a dudar en tomarlo —respondí con una sonrisa traviesa, aceptando la oferta con gusto.
― Como si no fuera costumbre que tomes todo lo que te viene en gana, incluso cuando te dicen que no. ―bromeó, reconociendo la tendencia que tenía de tomar lo que quería, incluso cuando las indicaciones sugerían lo contrario.
Entrelacé nuestras manos como si fuera una costumbre arraigada entre nosotros, sintiendo la familiaridad y la conexión que siempre parecían surgir cuando estábamos juntos.
Esta chica pelinegra lo hará llorar.
― Tienes muchos anillos —comentó, observando los accesorios en mis dedos con curiosidad.
― Sí, me encanta cómo lucen. Cada uno tiene su propia historia; los he comprado en lugares que he visitado —Y, si que he ido a muchos sitios.
― ¿Viajas mucho? ―preguntó Denzel, mostrando interés en conocer más sobre mí.
Ni se lo imagina.
― Mi padre solía llevarnos a Roy y a mí a todos los países donde tenía trabajo. Se podría decir que he conocido más de lo que podría desear conocer, aunque... ―dejé mi frase a medias, pero con algo picoso entre mis labios.
Lo miré con una sonrisa cómplice.
― No he ido a México. ―admití con un tono de sorpresa y curiosidad, sintiendo una leve emoción ante la posibilidad de ir allí pronto.
Si, sabía que ese era uno de mis más grandes sueños, por no decir que el más importante.
― ¡Quiero ir a México! ―joder.
― No era broma cuando me decías que querías ir a Latinoamérica. ―reconoció Denzel, recordando nuestras conversaciones anteriores.
― Sí, en especial quiero irme de fiesta a Cancún . ―exclamé con entusiasmo
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Hay quienes solo soñamos con ver arder el mundo [✔]
RomanceDenzel Kennedy Dubois, inmerso en la efervescencia de una vida social deslumbrante, donde los reflectores y los buenos modales son su carta de presentación, proyecta la ilusión codiciada de ser el niño rico con padres excepcionales. Sin embargo, det...