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-Mi cerebro dice que debo dejarte ir, pero...-

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Se hundió tanto en sus pensamientos que no escuchó la voz del mexicano pronunciando su nombre repetidas ocasiones  para que reaccionara o simplemente lo mirara. Cuándo sintió la mano del mexicano sobre su hombro el ecuatoriano salió de sus pensamientos más dulces para verlo y este solo lo miraba preocupado.

-¿Estás bien? Ecuador tú te quedaste mirando a la nada por mucho tiempo.-

-Sí, no te preocupes solo me distraje un poco.-

Aunque tratará de calmar al mexicano y explicarle el por que se distrajo. Al final el siempre se terminaba preocupando por la más mínima cosa y así sin darse cuenta el mexicano dejo de tocar su hombro para acercarse a su rostro y tocar su frente, manos y por último sus mejillas lo estaba analizándolo por completo como una madre preocupada.

-Estoy bien, México.- Trataba de hablar mientras las manos del mexicano aplastaban sus mejillas.

-De acuerdo, te creo.- Soltó sus mejillas para verlo y alejarse un poco de él.

-Oye México, ¿Quieres un beso sabor a pastel?.- El ecuatoriano lo tomó por su sudadera para que no se fuera. Algo que le pareció tierno ya que su diferencia de tamaño realmente se notaba por las pequeñas manos del ecuatoriano las cuales agarraban su sudadera.

-¿Beso sabor a pastel?.- Movió su cabeza repetidas veces en busca de una respuesta.

-Sip, ven te mostrare.-

El ecuatoriano soltó su sudadera para acercarse a su rostro y boca poniéndolo nervioso. Por su lado México no pudo evitar virar su rostro en señal de vergüenza y con un pequeño sonrojo, en el momento preciso ya que Después de alejar su rostro del ecuatoriano, un peruano entro viendo aquella escena un tanto extrañado.

-¿Qué estaban haciendo?.- Pregunto un tanto incómodo y molesto por verlos juntos.

-No es nada nosotros solo estábamos hablando.- Su sonrojo se borro de inmediato de su rostro.

-Estábamos tratando de arreglar las cosas.- Ecuador alejo su cuerpo del mexicano a pesar de que no quería hacerlo.

-Está bien supongo.- Miró a su alrededor en busca de algo que le pareciera sospechoso, al no encontrar nada camino hacia el mesón para tomar un vaso vacío que ahí se encontraba. La mirada del mexicano lo seguía como un águila.

-Creo que debo irme, tal vez USA me este buscando.- Sentía lo incómodo de esta situación así que supuso que lo mejor era alejarse de este lugar.

-Adiós, cuídate mucho por favor.- México realmente trato de portarse indiferente con el ecuatoriano para que Perú no sospechará nada, pero sin darse cuenta el ya había tomado la mano del ecuatoriano y hasta la había llevado a su pecho, se insulto a el mismo mentalmente  por no saber en que momento había virado todo su cuerpo y rostro para mirarlo y tomar su mano.

°Après la mort, aime-nous plus°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora