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-Risa- Claro que no me dejó de gustar.-

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No podía dormir, su sueño había desaparecido al igual que la mayoría de sus ilusiones. Su mente estaba ocupada por pensamientos que no lo dejaban en paz, ¿Él estará bien?¿Debería ir a verlo?

-¿Quieres uno?.- La voz del peruano que vino a cuidarlo está noche junto con los demás lo despertó de su coma, ver las estrellas en su patio a veces lo absorbía por completo junto con sus pensamientos.

-Te lo agradezco.- México estiro su mano y busco con mucho esfuerzo el plato de comida hasta que logró tomar algo. Rápidamente se lo metió a la boca para comerlo, tenía un sabor realmente bueno...

Y aunque le gustaría discutir con el peruano sobre que comida era mejor en busca de molestarlo, aceptaba que le gustaba bastante lo que él cocinaba. De pronto el peruano se sentó a su lado.

Sus amigos, si así se podían llamar estos cabrones como él les decía de cariño. Lo estaban vigilando como buitres, según ellos que porque estaba deprimido.

Pero no era así... Estaba enamorado y ese era su único mal. Lo extrañaba demasiado para ser normal.

-Sabe rico, ¿Qué es?.- Pregunto rápido, para dejar de pensar.

-Vaya, realmente debes de estar mal como para que halagues mi comida, siempre quieres pelear sobre cuál es mejor.- Perú soltó varias risas y se sentó a su lado.

-Que graciosito, ¿Te comiste un payaso o qué? Avísame si me vas a decir qué es o no.- México quién estaba acostado en el césped se revolvió para acomodarse mejor. Estaba algo irritable.

-Es un suspiro y no deberías de meterte a la boca cosas que no conoces.- Perú regaño como una mamá molesta.

-Gracias por cuidarme tanto mamá.- México solía molestar mucho al peruano y después reír. Está vez fue casi igual solo que México esbozo algunas risas por pocos segundos, el peruano simplemente se preocupo un poco.

Eso no era normal en él.

-Suspiro- ¿Dónde está el México de siempre?.- Extrañaba hablar con él normalmente.

-El México que usted desea no está disponible en este momento, intenté más tarde... Especialmente cuando esté no se encuentre enamorado y dejé de traicionar a sus amigos.- México se acercó al peruano en busca que le diera otro dulce.

°Après la mort, aime-nous plus°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora