Si alguna vez dije que no hay nada más insoportable que un hombre enfermo, háganme saber que estoy equivocada.
Reformularé el dicho popular: "No hay nada más insoportable que una zombi adolescente de dieciséis años y enferma". No me hagan caso, es joda.
Acá me encuentro ahora, no sé si son las dos o tres de la madrugada y ya no puedo pegar el ojo por la preocupación. Me gustaría que vuelva a hablar, pero esta versión de Annalisse es muy pendeja y no colabora ni un poco. Pilar quiso entrar un par de veces para ver si estoy bien, pero le avisé que lo mejor es que sólo seamos nosotras tres por ahora.
―Andre... dejáme salir...
Cuando escucho ese nombre, mi verdadera identidad, se me cae el lápiz que usaba para escribir un par de cosas entre apuntes de la universidad y lo que encontré del TID. Sí acepté la laptop que Pili me alcanzó, un plato de comida y postre; así que ya mandé las tareas en el campus antes de que la cátedra me ponga un ausente.
Ahora mismo, estoy escuchando toda la música que le gusta en el altavoz de mi celular, para ver si con eso puedo llegar a la chica. Sí, sigo ofendida con todo lo que hizo durante estos meses, pero...
―Y, ¿qué te gustaría hacer si fueras libre? ―pregunto ahora, de manera sistemática y contemplándola de refilón.
―Mataría a todos esos idiotas.
Río entre dientes.
―Entiendo tu sentimiento y lo respeto.
Claramente no es la Annalisse que Andrea solía conocer, pero veremos si puedo seguir jugando su juego.
―Me comería tu cerebro también, aunque dudo que sea provechoso. ― acota ahora con una sonrisa bastante torcida y vuelve a carcajearse por lo bajo.
Voy por buen camino. Annalisse es adulta, pero aún no entiende las palabras o el hecho de que quiero que dé su verdadera cara para ver su perfil completo.
La última probabilidad que barajé antes de que rompiera el silencio es que la real Annalisse era así antes de morir. Quizás no lo mostrara frente a las cámaras en vida o durante las horas de trabajo científico, pero debió tratarse de una potencial destructora que desarrolló a esta criatura en los primeros años de encierro y maltratos a los que estuvo sometida. Debería ver sus primeros videos sin censura de una vez por todas y dejarme de boludear, lo sé. Lo que pasa es que siempre pensé que era mejor dejar a cierto pasado donde tiene que estar y no...
Me enredo en mis propias teorías.
Ah, cierto, acaba de insultarme así que lo mejor es que le conteste con una apuesta redoblada, ¿no es así?
―Mejor empezá con mi vagina y de paso, tengo una muerte placentera.
Annalisse se abochorna y casi puedo creer que baja sus insistentes barreras. No obstante, cambia el gesto y me da la espalda para irse a dormir, muy ultrajada.
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𝐴𝑛𝑛𝑎/𝑒/𝑙𝑖𝑠𝑠𝑒
Ciencia FicciónLas vueltas de la vida nunca son lo que parecen. Andrea es una ex convicta con un pasado difícil, a quien le toca hacer horas comunitarias como acompañante terapéutica en un centro de investigación que pertenece al Ministerio de Ciencia, Tecnología...