Someday » Jeon Jungkook [BTS]

24 | El grupo Dinamita 💘

La primera fase de reconciliación ya estaba hecha, Tzuyu y yo logramos arreglar todo lo nuestro. Ahora ambos nos sentimos en paz.

La segunda fase es hablar con mis amigos. Una tarea difícil de hacer; pues conociendo las actitudes de algunos, tal vez no siquiera logren escucharme como yo quiero que lo hagan. No obstante, era necesario, ellos también son importantes para mí y les debo una disculpa por todo lo que han tenido que soportar de mí; por ejemplo, mi terquedad y mis deudas.

Me siento intranquilo, y no sé si eso debe ser tomado como algo bueno. O tal vez ya esté sobrepensando otra vez todo.

—Oye, concéntrate —la voz de Nain me regresa a la realidad—. ¿En qué piensas?

—Cuando peleas con tus amigos, ¿qué es lo que hacen para reconciliarse? —les pregunto a las dos chicas que ahora me acompañan en el patio trasero de la casa de mi vecina.

Sehyeon y Nain se miran entre sí, como si estuviesen buscando la respuesta en la mirada de la otra.

—Depende de con quién sea nuestro problema —empieza hablando Sehyeon—. Por ejemplo, nunca preferimos discutir con Namjoon porque las cosas con él siempre son serias. Jonnie es una persona que le gusta resolver las cosas con madurez, así sea por la cosa más tonta que te puedas imaginar.

—Lo bueno de Namjoon es que él te escucha, te da tu tiempo para hablar y no interrumpe. Luego, él da su punto de vista para que ahora tú lo comprendas —sigue Nain—. Mayormente le gusta resolver sus discusiones en una cafetería... Creo que el café lo pone de buen humor.

—Con Sunoh... Él es muy dramático —vuelve a hablar Sehyeon—, le gusta hacer un alboroto. Es su forma de desfogarse con nosotros, pero al instante se le pasa.

—Es verdad. Una vez lloró cuando Sehyeon nos dejó plantados a todos para una salida que él había organizado —la rubia señala a su amiga, quien asiente a todo lo que dice—. Al día siguiente todo se solucionó entre ellos.

—¿Y entre ustedes? —inquiero con curiosidad.

—Somos mejores amigas. A veces discutimos por cosas tontas y otras veces cuando la otra ha colmado la paciencia de la otra —dice Nain—. Sehyeon es muy orgullosa. Yo también lo soy cuando sé que yo tengo la razón, cuando me equivoco sí pido disculpas.

—No importa qué pase, al final siempre volvemos a la otra. Somos una familia, entre todos nos queremos.

Desearía que todo fuese así como los amigos de Nain. Sin embargo, entiendo que todos somos personas distintas.

Para pedir perdón a mis amigos debería de preparar todo para que, cuando llegue el momento de hablar, sea fácil y reconfortante haber hecho lo correcto.

Unas horas después, Sehyeon se fue de la casa de Nain. No dijo mucho, solo miró su teléfono y se despidió de nosotros dos sin decir más. A la rubia se le hizo extraño, pero lo dejó pasar.