~17~

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—Joven amo

La sacudida en su hombro lo despertó, ni siquiera supo cuando cerró sus ojos, al minuto siguiente solo tenía oscuridad y comodidad. Se refregó sus ojos para despertar mejor, no funciono del todo, aun le quedaba algo que hacia que pareciera somnoliento o sin ánimos suficientes, no le dio importancia y fue a su casa, en el que tenía las luces prendidas por quienes llegaron primero.

Al llegar a la puerta dudo en abrirla, tuvo que dejar su peso y apoyarse en la madera, un repentino mareo lo invadió, cosa que no paso inadvertida para su acompañante.

—¿Se encuentra bien?

—Si, yo... necesito unos segundos

Escuchaba el murmullo de las voces de su madre y el señor Nakamori, pero distorsionadas, ya admitiendo el que no estaba bien pidió ayuda.

—¿Mm? Hay alguien afuera desde hace un rato

Ya sin tiempo para pensar se escondió en la esquina de su casa, quedando el mayor ante los ojos del hombre que salió. 

—¿Jii-san?  ¿Por qué se queda afuera?

—¿Es Konosuke-san? —se asomo al escuchar quién era, mostrando una sonrisa aliviada de verlo.

—Me alegro de saber que se encuentra bien, señora Chikage

Cerro la puerta sin seguro para que se le hiciera fácil el entrar y escabullirse hasta su habitación, cosa que no desaprovecho a pesar de estar casi agotado, noto los pasos alejándose y tomo su oportunidad, abrió y cerró sin ruido, miro a sus lados verificando que no hubiera nadie.

Al llegar a su destino se sentó en su cama y suspiro de alivio, ahora lo que le faltaba era curar su herida, no tuvo mucho problema en hacerlo, después de todo no era la primera vez que le ocurría.

Ya lavada, desinfectada y vendada pudo tirarse en su cama para descansar, le mando un mensaje a Konosuke y se tapó con las sábanas, solo... no quería pensar en nada, esperaba pasar el tiempo sin que el lo notara.

~°~

—Por cierto ¿Dónde está Kaito? Pensé que estaría con usted

—Está en su cuarto durmiendo, ni siquiera sabe que la señora Chikage está aquí, prefiero omitirle más preocupaciones

—Ya veo, tuve que decirle a Aoko donde estaba la llave de repuesto, suelo dejarlo con ella ya que es quién más pasa por aquí

Los tres estaban sentados en el comedor, la única persona que estaba bebiendo era Chikage, debido a que el hombre negó tener sed.

—Lamento causarte molestias al llegar, Konosuke-san

—No tiene porqué disculparse conmigo señora, pero desearía saber qué es lo que pasó para que tengan que traerla

El inspector asintió dando a entender que también quería saber la historia.

—Yo... solo sentí que debía ir allí

—¿Debías? ¿Qué tendrías que hacer en el atraco de ese canalla?

—¿A usted le desagrada Kid?

—Por supuesto que sí —no ocultó su molestia ante la mujer.

—¿Por qué?

—¿No es obvio? Solo es un ladrón que se roba las gemas y hace trucos baratos

—¿Se las roba?

—Oh, pero tengo entendido inspector, que las devuelve luego de robarlas —trato de cambiar el rumbo de conversación.

—Es su manera de burlarse de la policía

—¿Es... así? —su expresión no se mostraba convencida.

—Creo que es hora de descansar, ya ha sido mucha emoción por un día. Además que el doctor le recomendó no estresarse, ni tener emociones fuertes

 —Cierto, mantente tranquila, mañana vendré con Aoko a visitarte. Le gustará verte

—¿A....oko?

—Si, mi hija

Respondió a su pregunta con naturalidad, también estaba al tanto de su amnesia, por lo que no la presionaría.

—¡Es verdad! Se me viene a la mente una pequeña que estaba acompañándote la primera vez que nos conocimos, recuerdo que siempre venia con... —no completo la oración, pues ni ella misma sabia como terminar.

Ambos bajaron la mirada incómodos, creyeron que recordaría algo, pero solo eran sus esperanzas las que los hacían creer.

—Bueno, ya es muy tarde, es hora de irme o la preocuparé. Buenas noches

—Buenas noches, y de nuevo gracias por traerla

—No hay porque darlas, puede contar conmigo por si sucede algo así otra vez

Mientras ellos se despedían, Chikage seguía forzando a su mente por recordar quien acompañaba a la pequeña Nakamori, sabe que es un niño de su edad por su estatura, pero no sabe su rostro o nombre, apretó su cabeza entre sus manos, frustrada por solo reconocer esos detalles.

—Señora

Alzó su mirada, encontrándose con la del hombre mayor, este sostenía una taza con un humeante té, le dio una sonrisa a la vez que se lo daba, incluso le dió un plato con galletas.

—¿Realmente... ha pasado tanto tiempo?

—¿Qué quiere decir?

—Esto —tomo una galleta— Son mis favoritas, estoy segura que no te lo dije, o al menos no en mis memorias

Ante sus palabras solo se quedo callado y se fue hasta la sala de estar, volvió con un libro que era el que miro antes de irse corriendo, no mencionó nada hasta unos minutos después.

 —Usted lo vio, ¿me podría decir que piensa sobre las imágenes?

Rehuía fijar la mirada en el objeto de la mesa, pues no le gustaba por dónde iba sus palabras, el silencio la incomodaba y se obligó a decir algo.

—Toichi... ¿Qué sucedió con el?

—Señora, hay mucho que contarle

~°~

Abrió de manera lenta la puerta y se sentó en la orilla de la cama, viendo dormir en calma a la persona.

—Así que eras tú —posó su mano en los cabellos castaños, velando sus sueños.

Sus ojos estaban rojizos por llorar, lágrimas no dejaban de brotar por más que quisiera detenerlas, mordió sus labios tratando de callar sus sollozos, ya tenía la historia completa, pero se ha olvidado de ello junto con la experiencia de pasar esos momentos, su dolor es más grande al entender que ese chico paso por dos cosas tan dolorosas.

Presionó su mano de manera dura en sus labios, limpio sus ojos y beso su frente.

—Buenas noches, Kaito

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Holiguis :3

Aquí vengo con otro cap, que lo terminé y espero que esté bien, ya no me confío mucho XD
Que tal el 18? Yo aquí en el campo con un gran asado jeje espero que ustedes lo disfruten tanto como yo, o máximo que coman buena carne. Eso es todo en mi reporte Joaquín, hasta el otro cap, yey, sayonara~

¿Porqué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora