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El calor lo sofocaba, extrañaba las noches de Luna llena, llegar arriba de la azotea, sintiendo las ráfagas de viento contra él, escuchar el ondear de su capa. Los gritos de los niños por jugar con el balón lo alcanzaron, saliendo de sus ensoñaciones. 

Se sentó bajo la sombra de un árbol y empezó a practicar sus trucos de magia, falló primer y segundo intento, tercera le salió medianamente bien, las siguientes fueron fatales, decidió descansar al notar sus dedos temblar. 

Otra secuela de los sucesos, su habilidad para lograr sus trucos ya no funcionaron como quería. Cada fracaso era como una estaca directa en su corazón, sabe que necesita volver a lo básico, aun así, su frustración... 

—¿Qué haces aquí? 

Levantó la cabeza de forma abrupta, no supo cuando se acercó, el miedo de entender que podían atacar por la espalda y no darse cuenta de que ya estaría muerto, provocó que temblara. Se debió notar su reacción, la mirada del contrario fue de confusión. 

—No es... —se obligó a respirar, apretando sus manos— Pensaba en algo, es todo. ¿Qué tal tú? ¿Cómo sabías que estaba aquí? 

—Ran me mando mensajes diciendo que venías —mostró su conversación, notando que la chica de vez en cuando respondía con emoticones— ¿Y bien? ¿Algo por lo que vengas por mí? 

—Sí, progreso en el caso —frunció su ceño y desvió la mirada— Veo que nada, ¿de verdad no hay una pista? 

—No son concluyentes, dan información pero no respuestas 

—Maldición —movió su pierna en un tic nervioso— Tal vez, si debería volver a tomar el papel 

—¿Qué quieres decir? —tomó asiento a su lado, pasando el brazo por su ya sudado rostro— ¿Volverás a ser Kid? —al mencionarlo, un poco de emoción salió sin que lo quisiera. 

—Lo haré, pero necesito un guía. Estos años solo he estado buscando a oscuras, te necesito para saber qué información debo recolectar. Tendré que practicar mucho 

—¿Practicar? Recuerdo que eras bueno con tus trucos, ¿ocurrió algo?

—Esto —volvió a sujetar sus cartas. 

El temblor fue leve hasta llegar a un punto en el que incrementó y no pudo sujetar más la baraja. Con miedo apretó sus manos en puños, tratando de menguar el sentimiento y efecto. 

—Guau, es... la primera vez que es tan intenso —mencionó, quiso que sonara ligero, como si no fuera la gran cosa. Obtuvo lo contrario. 

—Kaito, calma 

—Trato, solo que no es tan fácil. Sé que debo terminar con todo esto, ¿pero qué pasa si no lo logró? ¿Si todo es en vano o fallo por una estupidez? Tal vez debería... 

—¡Kaito! —su grito lo sobresaltó, en un movimiento rápido tomó sus manos, mirándolo a los ojos.

—Concéntrate, aún no ha pasado nada. Respira 

¿Respirar? No noto su respiración acelerada hasta que lo dijo, tomó una bocanada de aire. Aguanto un rato y copio al contrario, sujetándolo de manera fuerte, usándolo como una manera de mantenerse en el momento. 

—Dentro, fuera, dentro... 

Quería callarlo, sabía cómo hacerlo. Pero lo necesitaba, necesitaba escucharlo. 

Pasaron los minutos, miró a su alrededor, Kudo estaba sentado enfrente, observando su estado. Bufó ante su episodio y alzó su rostro, el sol ya estaba ocultándose. Bajo su mirada, sin soltar sus manos. 

¿Porqué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora