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La incomodidad estaba escrita en la cara de la chica, pidiendo disculpas sin necesidad de palabras, Kaito no la podía culpar en esa situación, por lo que ignoró la pregunta y hablo para su acompañante.

—Creo que ahora debería irme, ya tienes a tu guardaespaldas por lo que no tengo que preocuparme —asintió con la cabeza como despedida y giro sus pasos en dirección contraría.

—¡Espera Kuroba-kun! Lamento el comportamiento de Shinichi, me disculpo en su lugar —tomo la muñeca del contrario antes de que se fuera.

—¡Oye!

—Y tú, ¿quien te dijo dónde estaba? —su mirada fue a su amigo de la infancia.

—Has estado demasiado tiempo fuera y me preocupé, además de que Sonoko no paraba de enviarme fotos y en las últimas salías con este tipo, es obvio porque vine aquí —la ferocidad en su mirada no disminuyó en lo más mínimo.

A pesar de tener razón, sintió que tenía que defenderse, jamás haría algún daño a una persona y menos a alguien cercano a su rival, sería como decir que fuera directamente a por su cabeza.

—Tu amigo tiene razón Mouri-san, pero sé que no necesitas una niñera que te cuide con esos golpes que guardas bajo la manga ¿verdad? —necesitaba molestarlo, no podía dejarlo pasar cuando sus intenciones nunca fueron más que estar en compañía de la joven.

—Tiene personas que se preocupan por ella, quién sabe quién eres realmente, puede que seas un tipo que secuestra chicas para venderlas y dejarlas a su suerte

—...Estás tentando tu suerte, así que solo lo diré una vez —la irritación y ofensa hacia él incrementaron su ira— Yo jamás lastimaría a alguien, ni siquiera a costa de mi vida ¿entendido? —se acercó para intimidarlo, aunque sea un poco, vio como su mirada cambio por un momento, pero rápidamente volvió a cómo era antes.

—¡Eso es suficiente! —los separó y se puso en medio para que no siguieran con su pelea, se dirigió a Kudo y hablo— No soy tan estúpida como para dejarme secuestrar tan fácilmente, si es como tú dices habría tenido muchas oportunidades para hacerlo, pero él es mejor de lo que tú crees —le dio la espalda, ignorando cualquier reclamo para ahora hablar al otro chico— Lamento otra vez lo que sucede, Shinichi no es así, ten esto como una muestra de que realmente lo siento —le dio la bolsa que se suponía era para su "enamorado".

—Pero esto es...

—Sigo sin confiar en él, tampoco es necesario darle un regalo Ran

Su paciencia alcanzó un límite, sujetó el brazo de Kuroba y apuntó con su brazo libre a su compañero de vida.

—¡Te prohíbo volver a decir otra cosa de mi novio! —grito para sorpresa de ambos jóvenes.

Kudo no ocultó su sorpresa ante la noticia y el mago logró mantener su rostro inexpresivo, aunque eso no quitaba que por dentro estaba gritando y queriendo saber el porqué dijo algo como eso.

—¿No...vio?

—Si, por lo que no me quedaré callada si vuelves a insultarlo. No trates de devolverme el regalo, después de todo era para mi persona especial —hizo énfasis en especial aún con su sonrisa y de espaldas al chico del que estaba verdaderamente enamorada.

Kaito solo la miraba entendiendo parte de su plan, claro que se quedaría con el regalo, pero hasta que se lo pidiera de vuelta, lo guardaría con extra cuidado.

—Gracias Mouri-san, no pensé que me darías algo en nuestra salida, espero volverte a ver

—Yo también, te hablaré por mensaje a tu celular cuando tenga tiempo libre, adiós —se acercó y le beso la mejilla, alcanzando a escuchar un "gracias" salir de sus labios.

¿Porqué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora