~20~

253 35 55
                                    

—Kaito, por ultima vez. Bájalo 

—Me niego

La sala estaba llena de serpentinas, cartas y confeti, como si hubiera ocurrido una fiesta dentro del lugar. Ambos amigos desde la infancia como siempre peleaban, pero por un tema en concreto, el niño pegado a la pared.

—Por dios, realmente eres un inmaduro

—La única que se está quejando aquí eres tú

—Seriamos dos si no lo hubieras amordazado

Miraron al chico, este se encontraba contra la pared boca abajo por cintas que quien sabe de dónde salieron, qué también le impedían hablar, dejando al mago satisfecho.

—No me mires así, si no hubieras sacado tu reloj y balones endemoniados no hubiera llegado a hacerlo. Tu culpa, detective

Se escuchaban palabras amortiguadas, sacando una sonrisa de Kaito.

Decidió ignorarlo y mirar hacia su compañera, está tomaba tranquilamente de su té pareciendo no notar la discusión, al cruzar miradas ella solo le sonrió con consideración y volvió a tomar de su taza. Ante eso se resigno y callo, aceptando que hasta que alguien lo suelte tendrá que estar de esa manera.

—¡Mouri-san! ¿No dirás nada?

Los miro al ser nombrada, viéndolos esperar su respuesta dejo su taza ya vacía y habló.

—Nakamori-san ¿Por casualidad tienes más de esos dulces? Quisiera llevarme unos cuantos a casa, son deliciosos

Ante tal respuesta no supo que decir, solo asintió a la pregunta.

—¿Podrías traerme más? Te lo agradecería

Sin ninguna objeción los dejo solos, era demasiado educada para oponerse a ella.

—¿También me dirás lo mismo?

—La verdad... —se lo pensó y cerro sus ojos con la diversión en su rostro— No estaría mal dejarlo por un rato así

—¡Mm! —se quejó inmediatamente

—Vaya, incluso Ran-san te deja de lado. Me agrada como piensa

Lo ignoro y protesto a sus adentros, el mago estaba de espaldas a ella por lo que no capto su expresión de melancolía, no mirando como se distanciaba del mundo para entrar en sus pensamientos.

Lo dejo pasar y se tranquilizó, ante tal acción Kaito miro de reojo hacia su dirección, le quito la amordaza y le pregunto:

—¿Sucede algo? —murmuro ante el silencio de ambos.

—No lo sé, cuando está en ese estado prefiero no molestarla

—¿Estás seguro? Creo que deberías hacer lo contrario

—Puedes intentarlo, no me moveré a ningún lado

Sonrió ante su sarcasmo y con paso ligero se movió detrás del sillón, obstruyéndole la vista con sus manos.

—¡¡Wah!! ¿Qué...?

—Ran nee-san, no me estas dando tu atención. ¿No es eso algo cruel? —dejo de molestarla al obtener lo que quería.

—Kaito, no me sorprendas así. Por poco se me cae el té, podría causar un desastre

—Perdón, perdón, solo quería quitar esa mirada en tu rostro. Afectaras a mi victima —le indico con su barbilla.

Las miradas chocaron y desviaron al encontrarse, un resoplido divertido salió del espectador, quién gano las miradas de los involucrados con cierto enfado.

¿Porqué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora