AVISO: Este capítulo contiene escenas explícitas.
Uno. Dos. Tres. Cuatro. Soldado tras soldado caía inconsciente a mis pies después de una tajada como si fueran títeres a los que le han cortado sus cuerdas. Susan se encontraba a mi izquierda arrojando flechas y golpes contra más soldados telmarinos; Ed, a mi derecha, se cargaba hábilmente de a dos soldados al mismo tiempo en un solo ataque. Confieso que hay veces en que me olvido lo letales que años y años de entrenamiento nos convirtieron, las antiguas historias que aveces creía exageradas al describirnos se materializaban tal cual en momentos como estos. Por alguna razón, me satisfacía darme cuenta de ello.
Estaba terminando con otro soldado cuando vi a Caspian ser superado en número y trastabillar de espaldas al foso que habíamos creado.
–¡Caspian!
Intenté correr a él pero tanto Susan como yo nos vimos rodeados por más telmarinos obstaculizándonos el paso.
Con mi espada todavía en alto, vi como las raíces de los árboles se ceñían en torno a nuestros enemigos y los arrojaban por el aire. Los soldado comenzaron a huir y, en menos de un minuto, el camino quedó despejado.
Cuando me volví para ir a con Caspian, Peter ya estaba ahí dándole una mano. Los árboles se abrían camino entre nosotros, listos para volver a atacar. Caminé hacia Peter y tomé su mano en señal de apoyo.
–Es Lucy –dedujo con una leve sonrisa–. Ella lo logró. Tenías razón.
Pude percibir una matiz de orgullo en su voz cuando dijo aquello. El orgullo de un hermano mayor: la pequeña Pevensie había conseguido encontrar a Aslan, después de todo. Era muy claro que si alguien iba a lograrlo, tenía que ser ella.
–Creí que ya sabíamos que siempre lo soy –bromeé en voz suave.
Entonces me miró y me regaló una de sus sonrisas más radiantes antes de besar mi mejilla.
Los árboles nos hicieron un favor y destruyeron los artefactos de guerra de los telmarinos con sus raíces, una clara señal de que esta era nuestra gran oportunidad de lograr la victoria. No la desperdiciaríamos.
–¡Por Aslan! –Peter gritó nuevamente antes de que salir corriendo adelante en persecución de los telmarinos.
Las probabilidades estaban finalmente a nuestro favor. Por fin podíamos ver claramente el final de la línea, y apuntaba a una victoria para nosotros. Los telmarinos corrieron hacia el bosque, en recta dirección al río. Probablemente estaban tratando de reagruparse, pero no les daríamos la más mínima oportunidad de volver a ganar poder sobre nosotros. Nunca más.
Cuando llegamos a la orilla del río, nos detuvimos abruptamente al ver a una niña castaña de once años parada en el otro extremo del puente de madera. De pie justo en medio de la ruta de escape de los telmarinos.
Lucy.
Sabía que ella era bastante consciente de ese hecho y del peligro que significaba, pero aun así se atrevió valientemente a mirar a los ojos del enemigo mientras desenvainaba su daga en un intento de demostrarles que no tenía el menor miedo.
Como si no fuera suficiente, los telmarinos no vacilaron cuando un león de gran tamaño apareció al lado de Lucy y dejó escapar un suave gruñido de advertencia.
Aslan. Él había venido.
Me atreví a extender una amplia sonrisa.
O los telmarinos eran tontos o no les importaba en absoluto sus vidas, pero en vez de rendirse, se apresuraron hacia adelante con la intención de cruzar el puente y entablar una pelea con el animal que se interponía en su camino.
ESTÁS LEYENDO
Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian (Peter Pevensie & tú)
FanfictionHa pasado 1 año desde que los Pevensie y ____ cruzaron de vuelta el ropero, dejando atrás aquél bosque mágico. Con la esperanza de regresar a Narnia, intentan volver a llevar sus vidas normales... hasta que son misteriosamente enviados de vuelta al...