Esa mañana del Viernes después de su primera paga comió como rey si es que así se le puede llamar a un desayuno continental en un bar solitario frente a su motel.
Pero para él fue un logro, su logro.
Sigue un poco atontado por el cambio de horario pero después del desayuno fue justo lo que le hizo conciliar el sueño junto con el cansancio, pudo dormir lo suficiente para aguantar toda la noche del siguiente turno.
A las ocho de la noche ese mismo día el auto volvió a pararse frente al motel, comenzó a llamar la atención de la gente en aquel barrio de mala muerte y de la señora malacarienta en la entrada pero claro que no se dio cuenta, sus pensamientos siempre estaban en otro lado. Volvió al trabajo listo para seguir aprendiendo, sólo esperaba que esta vez no le colme a Yoongi la paciencia tan rápido.
El proceso se volvió a repetir, llegó a reportarse con él y ambos a servir bebidas en otra de las decenas de barras que había ahí. El segundo día no fue tan malo como el primero, estaba una rayita más acostumbrado a que la gente se dirigiera a él y le pidiera cosas. Todo iba relativamente decente, servía y entregaba, fue observador y muy atento a sus indicaciones esta vez. En la avanzada noche, a Yoongi le vino de perlas que Taehyung fuera una persona que aprende rápido. Seguía siendo torpe y había veces que tenía que intervenir pero hoy se había perdido en sus pensamientos menos que ayer, sólo una vez de diferencia pero estaban progresando. Incluso hasta su rostro se veía un poco más dispuesto.
Clientes y clientas se sentaban y retiraban satisfechas tiempo después. Taehyung seguía despachando hasta que una conversación llamó su atención. Un par de chicos jóvenes y de contextura delgada parecían muy emocionados hablando a escondidas de cualquier chismoso que pudiera oírlos.
Taehyung se colocó justo al frente dándoles la espalda fingiendo preparar cosas para poder parar oreja.
—¿Viste ese traje? —preguntó uno con emoción, acercándose a su oído.
—Por supuesto que sí, es de mis favoritos aunque todo se le ve bien.
—Con esos movimientos… uff, por supuesto que todo se le ve bien.
Hasta ahora Taehyung creía que simplemente se estaban saboreando a una chica que acaban de ver en la pista de baile o por ahí, pero se sorprendió de lo que siguió escuchando entre el bullicio de las demás personas en el bar.
—¿Lo pedirás de nuevo?
—¿Bromeas? Ese chico hizo que me sacara voluntariamente todo lo que traía en el bolsillo…y maldita sea que valió la pena. —El segundo de ellos, un rubio sin importancia se oía cómicamente frustrado. —Pero tendré que esperar a la siguiente quincena para volver.
—Es bueno —susurró el otro con añoranza. —Muy bueno. —Ambos rieron como tontos por el alcohol lo más discretos que pudieron.
Taehyung ahora sabe que no se permite borrachos aquí, esto no es una cantina, hay status, pero en menos de dos días ya ha visto uno que otro arrastrando las palabras y riéndose como un idiota elegante justo como el primer día que estuvo aquí.
—¿Volverás a bajar durante la semana? —preguntó el rubio a su amigo.
¿Bajar a dónde?
—Ni creas que te esperaré, vendré a probar mi suerte tan pronto sea la siguiente presentación la siguiente semana.
Error, por más que Jeon Jungkook se presente en un escenario diez metros debajo de ellos para deleite de todos, estos calenturientos creen que podrán pasar otra noche con el azabache cuando él no atiende “plato de segunda mesa", pero claro que Taehyung no estaba enterado de nada y no tenía ni puta idea de qué estaban hablando.
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𝐏𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐭 𝐌𝐞 [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐯] +𝟏𝟖
FanfictionLos mil y un demonios de Taehyung lo orillan a terminar en una inmensa red de prostitución sospechosamente fuera de lo normal que desafía las convicciones de cualquiera y redefine la doble moral. Kim Seokjin -el dueño-le pide a Jungkook -su empleado...