ESE JAMÁS

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—§Hace más de un año y ocho meses§—

 

La noche que dio inicio a todo.

La icónica pieza Claro de Luna de Debussy llegaba a su fin por última vez después de haber sido reproducida en bucle toda la tarde hasta la noche.

Finalmente la gran mansión Kim se hundió en un sepulcral silencio que acentuó las lágrimas que Mildred había estado derramando. Se limpió la humedad de sus maquillados ojos de arrugas con su pañuelo de ceda y tentó a ponerse de pie, no podía derrumbarse, ella no se derrumba.

Iba a continuar picando el maniquí con los alfileres pero su vista seguía nublándose, no pudo. Recargando la espalda baja en su mesa de trabajo se cruzó de brazos tratando de calmarse.

El timbre en campana retumbó por toda la casa.

Ya eran pasadas las diez de la noche, no esperaba a nadie. Su ama de llaves ya se había ido también. Esta vez sí tuvo que espantar las lágrimas por completo para poder bajar y atender.

El corazón se le fue a los pies cuando abrió la puerta.

—H-hi-Hijo, ¿q-qué haces aquí?

—Hola mamá. —Su hijo Kim Sihyoon estaba parado justo ahí a la puerta después de más de dieciséis años de no poder verlo en persona. —¿Está Taehyung?

—N-no no creo que sea buena idea que lo veas…—Su pobre madre aún no procesaba esto, se suponía que no debían verse, era peligroso.

—Lo sé, no vine por él, aún no es el tiempo de conocerlo.

—¿Entonces…?

—Vine a despedirme, en definitiva esta vez —exhaló con aire serio. Sihyoon no dejaba de mirar alrededor por los jardines y a sus espaldas parado ahí en el pórtico de la gran mansión en medio de la noche. —¿Puedo pasar?

Aturdida todavía, Mildred no sopesó las consecuencias y vislumbrada por el asombro de tenerlo de frente por primera vez después de tanto tiempo no pudo decirle que no.

Su madre lo condujo por el enorme recibidor, este era aún más grande que el de la antigua mansión de la familia Kim…

La luz blanca iluminó la hermosa sala de piel oscura en donde se sentaron, Mildred le sirvió un café caliente que le tibió las mejillas y el rastro de barba con el vapor de la taza contra sus labios. Se sentó frente a él un poco incómoda porque Sihyoon rompiera su acuerdo y fuera verla, pero era su hijo, no podía cerrarle la puerta.

—¿Dónde está Taehyung? —preguntó por pura curiosidad.

Mildred sorbió de su té con hierbas.

—Acaba de irse con Jimin a uno de tus bares.

—¿Cuál? ¿El nuevo?

—El que están remodelando.

—Oh. —De cierta manera le alegró que su hijo vaya a divertirse y que ahora tenga una vida, aunque sea sin sus padres. —¿Recibiste mi dinero?

Mildred recordó toda la escena que había tenido con su nieto antes de que este se fuera de hecho. Asintió y sus ojos reflejaron agradecimiento, Sihyoon es un buen hijo, se preocupa por su familia y el hecho de que se arriesgue a mandarles dinero por debajo del agua dice mucho de su lealtad hacia su vieja madre.

—Tae está empezando a sospechar. Ya no puedo seguirle mintiendo Sihyoon.

—Ya no tendrás que hacerlo —volvió a exhalar dejando el café en la mesa de al lado, parece que esta noche habrá muchas exhalaciones. —Cuando finalmente me vaya a Estados Unidos ya no estarás mintiéndole si le dices a Taehyung que su padre en realidad lo abandonó.

𝐏𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐭 𝐌𝐞 [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐯] +𝟏𝟖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora