Los siguientes cinco días fueron un suplicio para Taehyung no porque Garrett estuviera siendo un dolor en el culo presionándolo tanto con tal de que esté listo para el Viernes. Lo que le pone nervioso es que el verdadero dolor en el culo es Jungkook, un dolor del bueno pero frustrante a la vez. Es que no deja de mirarlo, a donde quiera que va, él está ahí.
Lo peor es que ya no es un mirada desaprobatoria o de condena, es con algo parecido al interés y no sabe si prefiere este tipo de mirada o las de antes que no lo hacían sentir atado de manos como lo hacen estas, tampoco si sus ojos tratan de decirle algo.
Lo único de lo que sí está seguro es que le gusta, maldita sea, le encanta, pero no es su fuerte aceptarlo. Desde anoche aprendió que le gusta tener su atención, esos ojos oscuros en él, la parte débil de la personalidad de “Taehyung” que se supone debería dejar atrás, vive para conseguirla, el que sea masoquista y se sienta placenteramente sofocado cada vez que la obtiene es otro asunto, pero nunca pensó que durante estos cinco días su simple presencia sería lo que necesita para arrancar bien su noche. Siempre después de entrar distraído a algún salón acatando instrucciones de Garrett, sabía que Jungkook entraría justo después, se quedaría parado justo ahí observándolo de lejos y Taehyung de inmediato dejaría de escuchar a su mentor para prestarle toda su atención como si comiera de su mano. Así fue día tras día y se sintió frustrado porque a su parecer, a veces Jungkook tardaba demasiado en llegar detrás de él.
De pronto se sorprendió a sí mismo adorando esos momentos de la noche, no cuando atendía bien a un cliente, no cuando tenía la millonada en las manos, ni siquiera cuando iba de compras o sus estudios médicos salían negativos sino cuando su mirada se cruzaba con la suya.
Una mínima vez, sin saber porqué, Jungkook no pudo evitar corresponderle con una pequeña sonrisa medio mueca después de unos segundos, yendo deliberadamente en contra de su rivalidad. Volvió a su cara seria de inmediato después de eso y se fue.
Había momentos en los que Jungkook simplemente desaparecía por un buen rato pero siempre volvía a rondar cerca de su misma órbita, una órbita muy amplia pero ahí. Taehyung no se sentía vigilado, era más bien una sensación cálida y que le jodan por decir eso pero se sentía un poco tímido siempre que la sentía encima. Cada vez que sentía su mirada en su nuca desde el otro lado del salón era simplemente acaparador, imposible no notarlo. Penetrante, intensa y pesada como todo lo que Jungkook representa pero lo que le sorprende es que no haya ni una pizca lasciva, es más bien como si lo acorralara con delicadeza y lo expusiera continuamente a depender de esa mirada todos los días. Lo había acostumbrado tanto a ella que se sentía desequilibrado siempre que no la tenía.
¿Qué dice de sí mismo el que su estabilidad dependa de algo tan simple como unos ojos oscuros? Nada demasiado bueno, pero cuándo ha sido Taehyung “bueno” de todos modos.
[…]
Garrett estaba raro, no sabía cómo explicarlo pero desde que lo cachó saliendo de la habitación de Jungkook lo siente nervioso y hasta paranoico. O talvez estaba demasiado ocupado haciéndole ojitos a la competencia que no se dio cuenta. Últimamente han pasado mucho tiempo juntos pero su cabeza siempre está volando en otro lado.
Hay veces que Garrett mira a su alrededor como si estuviera escondiéndose de algo. Fue extraño encontrarlo hablando con Jungkook una vez, seguía pendiente de quién lo observaba a su alrededor a la vez que trataba de imponérsele al favorito de Jin. No sabía que de verdad no se soportaban, ambos casi se gruñen hinchando el pecho.
No tiene idea de qué hablan pero cuando su conversación acaba, Jungkook deja de mirar a Garrett para mirarlo a él y sus cejas fruncidas se relajan en una expresión más neutral antes de esfumarse por donde vino.
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𝐏𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐭 𝐌𝐞 [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐯] +𝟏𝟖
FanfictionLos mil y un demonios de Taehyung lo orillan a terminar en una inmensa red de prostitución sospechosamente fuera de lo normal que desafía las convicciones de cualquiera y redefine la doble moral. Kim Seokjin -el dueño-le pide a Jungkook -su empleado...