Taehyung no tenía la capacidad física para soltar su mano mientras Jungkook lo conducía desesperado por el parque a algún lugar donde pudiera besarlo correctamente, como realmente quería.
Habían estado todo lo que restó del día juntos. Jungkook lo llevó a todos esos lugares donde los hombres normales llevan a sus parejas y aún les faltaban muchos otros por visitar para ponerse al corriente pero es que no había podido aguantar mucho más, estaba condicionándose a sí mismo a necesitar todo de Taehyung cada cierto número de horas hasta que se rompía y lo atacaba de nuevo.
Taehyung apretaba la camisa en su pecho, su espalda recargada contra la corteza del árbol mientras Jungkook le tomaba la mejilla y los labios con tanta propiedad como anhelo. Suyo, suyo, suyo.
Mío, mío, mío.
No sabía cuánto lo había necesitado hasta que lo tuvo de vuelta. No podía besarlo con más intensidad sin que sus respiraciones se ahogaran en los labios del otro o alguien pudiera escucharlos, pero de cierta manera ellos querían ser escuchados.
“Mirenos, tan normales y extraños como cualquier otra pareja”
Simplemente siendo, siendo juntos.
Taehyung subió una pierna y la ancló a su muslo, Jungkook tomándola por abajo maldiciendo por querer cargarlo y empotrarlo ahí mismo. Los jadeos de Taehyung y los propios comenzaban a ser demasiado obscenos, tronando en medio de la oscuridad y soledad del aquel parque bajo la luz de luna y blanco alumbrar de las luminarias. Lo querían todo, se darían todo. No podían tener suficiente.
Taehyung mordió su labio inferior y tiró de él haciendo a Jungkook gemir en su boca. Escucharlo, sentirlo, tener su varonil olor y cuerpo tan cerca le nublaba los sentidos, le tenía ido y muy colocado, como un ebrio de amor.
—No vamos a hacerlo aquí. —Aún así jadeaba contra su rostro como si hubiera terminado una carrera, como si quisiera. —¿O qué creías?
Taehyung exhaló exhausto, sonriendo al dejar caer su cabeza contra la madera y sintiendo a su corazón gritarle que le diera un descanso.
Ido y muy borracho, Taehyung lo miró por debajo de sus párpados dejándose colocar correctamente en el suelo, alzó una temblorosa mano entre ellos y acarició su suave mejilla.
—¿Me amas?
—Con mi vida —Jungkook sopló pegando repentinamente su frente contra la suya para susurrárselo más cerca.
—Entonces jódeme de una maldita vez. Ya he esperado demasiado.
Ensimismado en la hermosa y placentera sensación de tener a su chico latiendo fuerte por él, ambos calientes y muy desesperados sin saber qué hacer o cómo satisfacerse de una vez por todas, Jungkook sonrió contra su nariz tardando en procesar su ruego.
—¿Acaso me estás chantajeando? —Taehyung sonrió con travesura y mucho sueño en sus ojos cerrados aceptando que había intentado persuadirlo con métodos muy sucios. En su defensa, Jungkook había estado provocándolo todo el día y jugando con su comida como un gatito antes de la cena. —Yo te amo, no uses eso contra mi para conseguir tus cosas sucias.
Taehyung bufó y se burló.
—Dime que no te mueres por volver a casa, chico perfecto. —Taehyung le dio un topecito en su nariz.
Jungkook fue cachado en la movida. Él atacó sus labios con posesión y dureza de nuevo para evitar responder. Lo calló con su boca hasta dejarlo sin aire, borrando esa ridículamente hermosa sonrisa de su cara.
—Me muero por hacerte gritar y cumplirte todas las fantasías que sé que tuviste conmigo mientras no estaba, no lo dudes. —Jungkook gruñía, él le gruñó las palabras al oído. —Pero déjame fingir que soy un novio decente que no te desea más a cada segundo que pasa.
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𝐏𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐭 𝐌𝐞 [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐯] +𝟏𝟖
FanfictionLos mil y un demonios de Taehyung lo orillan a terminar en una inmensa red de prostitución sospechosamente fuera de lo normal que desafía las convicciones de cualquiera y redefine la doble moral. Kim Seokjin -el dueño-le pide a Jungkook -su empleado...