Soy Katsuki Bakugou.
Sufro del trastorno del narcisismo.....
No es nada malo, solo son algunos detalles en mi personalidad que me caracterizan.
¿Sabes lo que se siente sentir miedo de amar?.......
Yo conozco muy bien ese sentimiento.
-BakuKami💥⚡
Unas semanas después, Kaminari tubo que estar en algunos juzgados junto a su sensei y un abogado, al igual que Kyoka y Shinsou.
Obviamente era más que obvio que Kaminari iba a ganar, por lo que Kyoka y Shinsou a pesar de ser menores de edad, debido a la gravedad del crimen, tuvieron que ir a prisión, 20 años para cada uno. La noticia obviamente se esparció con rapidez, se trataba de la U.A. En solo una semana, periódicos y noticieros estaban llenos de esa noticia.
"Dos estudiantes de la U.A fueron a prisión, las razones no se saben aún.
¿Quien lo creería?, No hay que esperar que todo sea perfecto a pesar de ser una academia de héroes, en dónde educan y entrenan a las futuras personas que nos liberarán del peligro.
Todos están impresionados, no es nuevo que adolecentes cometan crímenes, pero es relativamente diferente que haiga sido producto de dos estudiantes de la U.A."
Por otro lado, Kaminari estaba bien, a pesar de ser una noticia viral, su privacidad no estaba siendo afectada, tampoco su cara había sido revelada, era perfecto, parecía que todo en su vida iba mejorando.
Tenía un novio perfecto y hace poco se había ido a vivir con el oficialmente en una casa que habían comprado entre ambos, Aizawa le daba algunas charlas para estabilizarlo mentalmente y ayudarlo con sus problemas de personalidad, se sentía mejor con el mismo. No le faltaba cariño o amor, y eso lo tenía tranquilo, nadie lo dañaba. Era como si su vida hubiera cambiado de repente. Esperaba que se mantuviera así por siempre....
Lastima.
El pequeño rubio se olvidó de su problema más importante.
Su madre.
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Lunes por la mañana.
Una bella mujer de rubios cabellos y ojos rasgados caminaba por las calles, la temprana hora asía que las calles estuvieran en silencio. Sus tacones color vino se escuchaban por toda la calle cada que daba un paso.
La mujer llevaba un vestido rojo intenso que iba pegado al cuerpo, le llegaba por ensima de la rodilla, traía un saco de traje, era negro, una corbata también negra adornaba su delgado cuello. Su cara era fina, su piel blanca y sus labios rojisos, sus cejas eran delgadas pero marcadas a la vez, su expresión era sería, y dos delgados mechones de cabello negro caían por su rostro.
La mujer seguía caminado, sus caderas se movían de un lado a otro, luciendo aún más su hermosa figura. En unas pocas horas la bella dama estaba frente a una puerta de madera oscura. Decidida tocó el timbre y espero pacientemente.
