Capítulo 21

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No quería hacerme ilusiones pero en el fondo tenía la esperanza de que fuera real porque así es el ser humano, con una pizca de ilusión se vuelve a iluminar el mundo. Necesitaba saber si la suposición de Geller era verdad o no y a estas alturas para mí todo era posible.

Mi tía tuvo que irse al hospital por una emergencia y yo aún seguía en el despacho de Arón discutiendo sobre la próxima misión y al rato entró Juliette.

—Toma—soltó de mala gana poniendo unos papeles encima de la mesa y se sentó—. Llevo más de dos horas haciendo este informe.

—Buen trabajo querida July—contestó Arón.

—¿Eso me vas a decir?—pregunto Juliette mirándolo amenazante y eso me hizo gracia.

-¿S...si?-cuestionó el detective no muy seguro hasta que se dió cuenta-. Ah, muchísimas gracias por tu trabajo agente. Gracias por tu enorme aportación a la ley.

—¿Me ves cara de payasa?—dijo levantándose y dirigiéndose a la planta de la última vez-. Aunque si me dedicara a eso, seguro que me lo agradecerán muy amablemente.

—Que insoportable y más ahora que no está López—informó hundiendo la cabeza en el escritorio—, tengo el doble de trabajo.

—Yo te agradezco tu trabajo señor detective—dije sonriendo y los dos pulgares arriba—. Es un honor trabajar con usted.

—Deja de hacerme la pelota, no te vas a involucrar en la misión esta vez—dijo imitando mi gesto.

—¿Tienes pensado participar?—me preguntó Juliette y yo asentí poniéndole ojitos—. Mejor que no, esto es diferente a la última vez. Va un equipo especial y es bastante riesgo hasta para un oficial. 

—¿Y qué hago?—pregunté.

—Nada, solo espera a que te llamemos y no te preocupes—insistió Arón mientras le quitaba la regadera a su amiga—. Deja a la planta en paz, ya la he regado esta mañana.

—¡Pues no lo parece!

Mañana iban a ir al sitio y obviamente no pude seguir insistiendo en formar parte de ello, no era policía ni por asomo. Pero estaba muy nerviosa, así que por ahora me tocaba esperar. Regresé a casa andando ya que no tenía nada importante que hacer por el resto de la tarde como siempre, aunque me quedan cosas que terminar de la universidad.

Todavía había tiempo.

Conforme iba acercándome vi que alguien estaba en frente de mi puerta y lo único que pude deducir es que Miller había venido a verme, pero eso era poco probable ya que él no se arriesgaría tanto. Según iba llegando a mi casa la cara de esa persona se iba haciendo más clara, era Tom.

Bueno Adrián.

—Caitlin—me llamó Adrián—. Justo me iba a ir porque no había nadie—¿Dónde estabas?

Era la primera vez que lo veía desde que me enteré de su engaño y lo único que pensaba era en gritarle y pedirle explicaciones. Y ahí cuando lo vi a los ojos me di cuenta de algo, su cara había cambiado para mí. Ya no lo veía como antes, supongo que cuando conoces a una persona realmente ves su verdadero rostro.

Muy metafórico Cait.

—Estaba con Ellie—mentí—. ¿Qué haces tú aquí?

—Pues venir a verte—dijo acercándose para besarme a lo que yo inconscientemente reaccioné apartando bruscamente—. ¿Te pasa algo?

—No, solo que estoy resfriada y no quiero pegarlo—era lo mejor que se me había ocurrido.

—¿Ha Pasado algo verdad?—¿es que no iba a dejar de insistir?

Caitlin JohnsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora