Hacía tiempo que no me sentaba a hablar con Ellie, siempre estábamos de la universidad a casa y con los exámenes finales se ha complicado la cosa. Su madre vino más tarde y fue entonces cuando salimos a dar un paseo. Aún era invierno por lo que salir a la calle sin chaquetón no era negociable.
—No se mucho de asuntos de criminología, pero hay muchas maneras de clonar eso ¿no?—inquirió Ellie—. Digo yo que después de todo este tiempo... Tú crees que está vivo, ¿verdad?
Esa pregunta me tomó por sorpresa. Mi cabeza en ese momento estaba apunto de sufrir un cortocircuito. Esa duda llevaba toda la mañana rondando mi cabeza.
—¿Y si lo está?—respondí parándome frente a ella—. ¿Qué va a pasar si lo está? y la mejor pregunta es ¿dónde está? No se que pensar, me gustaría que lo estén vivos para abrazarlo otra vez y verles otra vez. Los he echado de menos desde entonces y no pasa día en que no piense en ellos. Sin más, volvieron a salir lágrimas de mis ojos pero esta vez eran más de tristeza que de rabia. Matís ya había hecho demasiado daño y esto no iba a quedar así.
—¿por qué no vas a hablar con él tal detective Geller?—preguntó mi amiga.
—¿Con Arón?
—No, su padre. Él estuvo en esa investigación-señaló Ellie—. Básicamente él es como wikipedia en este momento, quien mejor que él para sacarle información.
—Hablas como si le quisieras extorsionar—agregue—. ¿Vas ayudarme?
—Bueno... puedes llamarlo como quieras—dijo entre risas—. Y si, te voy a ayudar. Me ofende que lo dudes.
—Mañana intentaré contactar con él, es una buena idea. Gracias.
—No tienes que dármela tonta. Anda vamos que tengo que ir a recoger unas cosas a casa de Tom-concluyó arrastrándome por la calle.
Estuvimos media hora andando, una maldita media hora porque nos habíamos perdido dos veces buscando su casa. Lo llamamos pero no cogió el teléfono y eso era bastante raro en él, ¿le habrá pasado algo?
A tí lo que te pasa es que tienes ganas de verle.
Después de todas las vueltas que dimos ya se nos había hecho de noche y al final conseguimos encontrar el edificio.
—¿Era tan urgente lo que tienes que darle que no podías esperar a mañana?—pregunté cansada.
—Si, son unas libretas para su hermana que también está en arquitectura y las necesita para su examen. ¿De qué te quejas? se que tienes ganas de verle—comentó guiándome un ojo.
—Shh—dije sonrojándome.
Para nuestra desgracia el ascensor no funcionaba y tuvimos que subir las escaleras. Llegamos al tercer piso casi sin aire y tocamos la puerta, pero abrió una chica supongo que será la hermana porque literalmente eran como dos gotas de agua.
—¡Hola! tú debes de ser Ellie. Tendrías que haber llamado si hubiera bajado yo misma—dijo la muchacha preocupada.
—Ahh, no te preocupes—soltó mi amiga jadeando—. Así mañana no tengo que ir al gimnasio.
Esta chica...
—Hola—saludé apoyándome en el marco de la puerta agotada—. Soy Caitlin, estudio con tu hermano.
—¿Ya habéis llegado?—soltó una voz detrás nuestra y como consecuencia Ellie y yo chillamos a la vez.
—Joder Tom pareces un gato, no se te escucha cuando llegas a los sitios—espetó Ellie dandole las libretas a su hermana.
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Caitlin Johnson
AcciónLas palabras de su madre quedaran grabadas en el fondo de su ser después de aquella trágica noche. "-Jamás olvides que te amamos Caitlin. Y ahora corre y mantente a salvo." Caitlin ha pasado toda su infancia y adolescencia intentando averiguar qué...