Caitlin Johnson

Capítulo 27

"Los hechos no dejan de exixtir por ser ignorados." -Aldous Huxley

Acababa de escuchar mal, ¿verdad? A mi alrededor solo vi a Arón y Juliette corriendo en mi dirección. Los cinco sentidos se me paralizaron en ese momento y no podía escuchar ni ver nada claramente. La gente alrededor parecía estar igual de conmocionada que yo y fue justo en ese momento cuando nuestras miradas se cruzaron. Matís estaba a poco metros de mí y yo con lágrimas en los ojos no le quitaba la vista. No sé cuánto tiempo pasó, seguramente un par de segundo los cuales se me hicieron eternos hasta que me di cuenta que alguien me arrastraba del brazo. Ya no me importaba saber quién era o que quería, simplemente quería desaparecer.

—Caitlin—dijo un voz, que no logré identificar—. Caitlin ¿me escuchas?

—Estoy soñando—solté con una risa—. ¿Verdad que es una pesadilla?

Me hubiera gustado que lo fuera, pero la cara de ellos dos no parecía ser un sueño. No sé cómo pero me acordé de la conversación que tuvo mi padre con mi tía. Así que esa tal hija suya, era yo. Y yo que pretendía averiguar quién era y de todas las posibilidades en las que pensé esta era la más disparatada y por ende imposible. De hecho, ni pensé que esto fuera posible. He estado sumida en un mar de engaños.

—Caitlin—esta vez el detective volvió hacia donde estábamos mientras colgaba el teléfono—. Nos vamos.

—Oye—soltó Jully preocupada—. ¿Con quién has hablado?

—Luego Juliette—concluyó el. Yo seguía sin decir ni una palabra. Solo lagrimas silenciosas bajaban sin parar y mi cabeza seguía en blanco.

Conforme llegamos al destino supe que era hacia mi casa. Pensé que me llevaría a comisaría para prestar declaración pero era mejor así.

Llegamos.

Me bajé y fui directo a la puerta, ni siquiera esperé a que bajaran del coche. Solo quería llegar a mi cuarto y dormir. Estaba agotada física y mentalmente y sentía que en cualquier momento iba a explotar y eso no iba a ser agradable.

—Dios mío caitlin—exclamó mi Carol al verme entrar por la puerta. Tenía los ojos hinchados y sujetaba un paquete de clinex—. ¿Estás bien?

Yo no respondí.

—Caitlin ¿estás herida?—Esta vez hablo mi padre. Ja. Mi supuesto padre—. Hija contesta.

Me agarró del brazo pero yo me zafé de él enseguida y subí a mi a mi cuarto y cerré la puerta con llave. Me senté ahí con las rodillas en el pecho y antes de que los dos subieran Arón los paró. Gracias supongo, no quería ver a ninguno de los dos, pero desde aquí se escucha bien.

—Mejor si no habláis con ella ahora—comentó Arón—. Está en shock.

—¿Pero qué ha pasado? ¿Por qué está así?—preguntó mi tía pero todos se quedaron en silencio.

—¿Robert Miller es el padre biológico de Caitlin?

Silencio.

—¿Cómo habéis sabido eso?—contestó mi padre con un todo de frustración.

—Adrián López lo confirmó esta noche. Estoy esperando para saber qué ha pasado con la operación así que por ahora no sé más. 

No sé de qué más hablaron porque ya no puede escuchar más. Dormir era lo que necesitaba, y mañana pensaré en esto mejor.

Intenté dormir, pero no pude . Eran las siete de la mañana y la noche se me ha hecho eterna. Lo mejor que puedo hacer ahora mismo es seguir tumbada pero tuve la brillante idea de salir a dar un paseo. Ellie no tenía clase hoy, así que seguramente hoy estará en la pastelería. Pero antes necesito ir a desayunar antes de que los demás se levanten.