Capitulo 41

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Sin editar.

Olivia

¡Por fin!

Esto era lo que necesitaba. La mano libre de Derek sostiene mi cintura mientras nuestros labios siguen sin separarse. Paso mis brazos por su cuello.

Los pequeños jadeos de dolor van incrementando. Esta sosteniéndome cuando no puede ni con el mismo.

Abro los ojos buscando un lugar donde apoyarme, y recuerdo que detrás de mi está la puerta. Lo arrastro conmigo y el agarre se vuelve más fuerte.

Mi respiración se entrecorta al mismo tiempo que la suya. Su brazo enyesado roza mi pecho, y nuestras miradas se conectan. La diferencia de altura hace que tenga que levantar la cabeza un poco.

—¿Que le pasó al beso inocente de hace un rato?  — Sus labios estan rojos y me felicito internamente.

—Con uno así es suficiente — Ataca denuevo mi boca, y me arrecuesto en la puerta.

Es como si estuviéramos recuperando el poco tiempo que estuvimos separados, porqué claro. Yo estaba en la cárcel por ebria, y él en el hospital por no mirar a los dos lados.

Aunque hay algo que no me termina de convencer. Los golpes en la puerta desvanecen todo el ambiente.

—Dijo que estaba aquí, y también dijo que habló — Reconozco la voz del padre de Derek.

—Lo hizo, está en el baño.

—Cariño abre la puerta — Escucho a Laura. Derek parece no querer separarse así que me detengo siendo la más responsable.

Ja.

—Necesitan verte — Hablo sobre su boca rojiza.

—Y yo te necesito a ti —Busca mis labios de nuevo y por un momento me dejo llevar. Lo detengo poniendo mi mano en pecho. Wow.

—No les dije que entraría, y se supone que no querías ver a nadie.

—Eres mi novia, no hay problema con que entres.

—Da igual...por cierto necesitamos hablar.

Busco un lugar por donde salir y me siento traicionada en cuanto Derek abre la puerta.

Su padre, su madre, Lucía, la madre de Lucía, la enfermera. ¡Todo el mundo nos esta viendo!

—Hola — Me llevo una mano a la frente cuando Derek los saluda. Si antes estaban sorprendidos ahora su boca está tocando el suelo.

—Hola — Me escondo detrás de Derek y ladeo la cabeza.

—H-habló — La madre de Lucía no se lo cree.

-Si, no me duró mucho el estar callado todo el tiempo. Y mi novia me vino a ver.

Laura me regala una sonrisa como la de su hijo y me guiña el ojo.

«Gracias»

Leo los labios de Matias «el padre»

—¿Ella por que está aquí? — Se mete la bruja.

—¿Cual es el problema? — Derek frunze el cejo.

—Dijiste que no querías ver a nadie, hijo — Responde y yo bufo — Creo que deberías irte — Se acerca a mi. Derek me toma de la mano para salir del baño y llevarme hasta su camilla.

Amor en OctubreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora