Capítulo 25

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Sin editar.

Olivia

—¿Cuándo es? — Mi madre mira la pantalla de su computadora totalmente desinteresada.

—No estaba hablando contigo.

—¿Quiénes van? — La ignoro. — ¡Maldición Olivia, te estoy hablando!

Cierra la computadora con fuerza.

—Y yo estaba hablando con mi padre. — Me cruzo de brazos y enderezo mi espalda.

Mi madre me mira a los ojos y yo le sostengo la mirada firmemente.

—Mira, Olivia...

Levanto mi mano para que no siga — Realmente no tengo tiempo para pelear ¿si?

—No le hables a tu madre así Olivia, entiende... — Interrumpo a mi padre.

—¿Entiendo que?

—Este año iba a haber vacaciones familiares ¿verdad? — Mira a mi padre en busca de apoyo, pero ni mi padre se lo cree.

—Si, claro. Y cuando esté todo preparado me llamaran cancelando, como todos los años. ¿cuándo fue la última vez que comimos todos juntos?

Bajan la cabeza.

—Hace mucho tiempo. Ni siquiera tengo recuerdos gratos con ustedes. Y ya no estoy interesada en tenerlos.

Me levanto de la silla y me encamino a la puerta. Yo quería hablar con mi padre para que supiera la decisión que tomé. No vine por su permiso.

Derek esta afuera en el auto esperándome. Yo abro la puerta y cuando entro me llevo mis manos a mi cabello echándolo hacia atrás mientras suspiro.

—No fue muy bien ¿no? — Derek se gira para mirarme.

—¿Tu que crees? — Ironizo.

—Creo...que deberías dejar de preocuparte por eso. — Me mira a los ojos y no puedo concentrarme en otra cosa que no sea el brillo de sus ojos.

—Hable con Sara antes de venir — Balbuceo — Nos encontraremos en el boliche ¿Me puedes dejar cerca?

—No, yo te llevo hasta allá hermosa — Me da una sonrisa ladina y me quedo entretenida en el movimiento de su boca al mascar el chicle.

—Es de banana — Lo miro confundida — El chicle.

—¿Tienes más? —Mis ojos siguen en el mismo lugar.

—No, pero...— Se inclina hacia delante y posa sus labios sobre los míos. Cuando se separa me relamo los labios sintiendo el sabor.

—Rico ¿no? — Me pregunta y se ríe. Me ofrece uno de los chicles.

—Creí que no tenias — Alza las cejas y toma mi mano entrelazandolas. Enciende el auto y lo conduce con una mano.

Que ser tan caliente, joder.

Abro el chicle y lo meto en mi boca saboreandolo. Miro los mensajes del grupo de las chicas. Me entra una llamada de Sara y contesto.

—Sara es una amiga de mierda — Reconozco a Vega. — Trajo a uno de sus novios y no pensó en nosotras que estamos solteras.

—Nosotras me suena a grupo, ustedes están solteras. Yo tengo un ardiente novio.

—Gracias por recordarnos nuestras soltería hermanita — Escucho a Alex.

—¿Que hacen con el teléfono de Sara? — Pregunto divertida.

—No lo se, solo se lo pedí para que dejara de besuquearse al novio. Pero parece que solo los uní más.

Amor en OctubreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora