🌌Capítulo 8🌌

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Y fue lo que hizo. Aunque su intención era llevarse a los niños con él después de la entrevista en la escuela, no tuvo el valor de separarlos de Jackson.

Él tan preocupado pensando si serían capaces de acostumbrarse a vivir en una nueva casa con gente desconocida y mira... Por lo visto, la mayoría de los ajustes los tendría que hacer él en su cabeza.

Esta vez se vistió más apropiadamente, con un calzado fuerte que ya había estado en contacto con el barro, jeans desgastados y una camiseta negra. Maletín en mano, se dirigió a la entrada principal del centro de jardinería.

En el mostrador encontró a la misma mujer que la vez anterior, solo que esta vez estaba atendiendo a un cliente. Taehyung reparó en un tiesto de color cereza con una pequeña dieffenbachia y cuatro ejemplares de bambú de la suerte sujetos con cáñamo decorativo ya preparados en una caja de cartón baja.

Una bolsa con piedrecitas y un jarrón cuadrado esperaban para que los pasaran por caja.

Bien.

-¿Está por aquí Jin? -preguntó.

-Oh... -Ruby hizo un ademán impreciso-. Por ahí andará.

Tae señaló con el gesto los walkie talkie que había detrás del mostrador.

-¿Cree que Jin se habrá llevado uno de ésos?

La idea pareció divertir a Ruby.

-No creo, no.

-Bueno, ya lo encontraré. Eso es divertido... -dijo a la clienta señalando el bambú-. Alegre e interesante. En ese jarrón cuadrado quedarán estupendos.

-Había pensado colocarlo en mi cuarto de baño. Que le dé un aire gracioso pero que también sea bonito.

-Es perfecto. Y como regalo para un invitado también es genial. Más imaginativo que las típicas flores.

-No se me había ocurrido. A lo mejor me llevo otro.

-No se equivocará.

Le dedicó una sonrisa y se dirigió hacia los invernaderos sin dejar de congratularse. No tenía prisa por encontrar a Jin. Aquello era una ocasión inmejorable para echar un vistazo por su cuenta, comprobar el material, el género en exposición. Y tomar más notas.

En la zona de propagación se entretuvo estudiando la evolución de los planteles de semillas y los esquejes, las plantas utilizadas para la propagación y su estado.

Cuando por fin se dirigió hacia la zona de injertos, había pasado casi una hora.

A través de la puerta le llegaba el sonido de la música... Parecía Khalid.

Asomó la cabeza. Había dos largas mesas a cada lado, y otras dos juntas recorriendo la parte central. Olía a calor, vermiculita y turba de esfagnos.

Había tiestos, algunos de ellos con plantas injertadas o que se iban a injertar.

Y carpetas colgadas del borde de las mesas, como en un hospital. En un rincón habían instalado un ordenador y los colores de la pantalla parecían vibrar al ritmo de la música.

En diferentes bandejas, escalpelos, cuchillos, cinta para injertos, cera y otras herramientas propias de aquella rama de la jardinería.

Divisó a Jin en el extremo más alejado, detrás de un hombre que estaba sentado en un taburete. El hombre trabajaba con la espalda encorvada. Jin tenía las manos en las caderas.

-No te tomará más de una hora, Yoongi. Este lugar te pertenece tanto como a mí y tienes que conocerlo. Al menos escucha lo que tenga que decirnos.

Dalia Azul¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora