🌌Capítulo 28🌌

129 17 17
                                    

¿Qué aspecto tendría él al cabo de veinte años?

Jimin se estudió en el espejo mientras se untaba aceite con vitamina E sobre el vientre. ¿Podría arreglarse y saber que seguía siendo atractivo?

Evidentemente, él no tenía el mismo material que Jin para trabajar. En una ocasión su abuela le había dicho que la belleza se llevaba en la sangre. Viendo a Jin lo entendía perfectamente.

Él nunca sería tan deslumbrante como Jin, o tan llamativo como Tae, pero no estaba mal. Se cuidaba la piel y probaba los trucos que veía en las revistas para maquillarse.

Los hombres se sentían atraídos por él.

Ya se ve, pensó mirándose el vientre con una sonrisa despectiva.

Al menos antes. No hay muchos hombres que se sientan atraídos por un embarazado. Y le parecía perfecto, porque en aquellos momentos a él tampoco le interesaban los hombres. Lo único que le importaba era el bebé.

-Ahora tú eres el único, pequeño -dijo, y se puso una camiseta extra grande.

Después de subirse a la cama y mullir las almohadas, tomó uno de los libros que tenía sobre la mesita de noche. Tenía libros sobre el parto, el embarazo, los primeros estadios de desarrollo infantil. Cada noche leía uno distinto.

Cuando los ojos se le empezaron a cerrar, cerró el libro.

Apagó la luz y se acurrucó en la cama.

-Buenas noches, pequeño -susurró.

Y, cuando estaba empezando a dormirse, lo sintió, sintió aquel escalofrío y supo que no estaba solo. El pulso se le aceleró tanto que lo notaba en los oídos.

Haciendo acopio de valor, entreabrió los ojos.

Vio la figura sobre la cama. El pelo oscuro, el rostro triste y adorable. Quería gritar, como le pasaba cada vez que lo veía. Pero se contuvo, sacó fuerzas de flaqueza y estiró el brazo.

Cuando su mano atravesó el brazo del hombre, dejó escapar un grito apagado. Volvía a estar solo, temblando, tratando de encontrar la luz.

-No son imaginaciones mías. ¡No lo son!

Taehyung se subió a la escalerilla para colgar otra de las cestas para exposición

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Taehyung se subió a la escalerilla para colgar otra de las cestas para exposición.

Después de haber analizado las ventas del año anterior y hacer números, había decidido aumentar la oferta en un quince por ciento.

-Yo puedo hacerlo -insistió Jimin -. No voy a caerme de una estúpida escalera.

-Nada de eso. Pásame esa. La de las begonias.

-Son muy bonitas. Muy exuberantes.

-Jin y Yoongi prepararon la mayoría durante el invierno. Las begonias y el impatiens se venden mucho. Y con el volumen de trabajo de Jin y Yoongi, podemos producir una gran cantidad a bajo coste. Para nosotros son el pan de cada día.

Dalia Azul¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora