🌌Capítulo 40🌌

134 19 10
                                    

Daniel acababa de ponerse con su descafeinado y la exigua porción de pastel de merengue de limón que Taehee le permitía después de la comida, cuando oyó que llamaban a la puerta.

-¿Quién demonios será?

-No sé, cariño. Ve a abrir y lo sabrás.

-Como sea alguien que viene a pedirte pastel, yo también quiero más.

-Si es el chico de los Bower que viene a cortar el césped, dile que tengo un par de latas de coca-cola frías para él.

Pero cuando Daniel abrió la puerta, no vio al hijo larguirucho de los Bower, sino a un hombre de hombros anchos con cara de irritación. Instintivamente, Daniel se interpuso en la abertura para impedir que pasara.

-¿Qué puedo hacer por usted?

-Soy Jeon Jungkook y acabo de pedirle a su hijo que se case conmigo.

-¿Quién es, cielo? -Taehee salió a la puerta toqueteándose el pelo-. Vaya, usted es Jeon Jungkook, ¿verdad? Nos hemos visto una o dos veces en el centro de jardinería. Aunque ya hace tiempo. Conozco un poco a su madre. Pase.

-Dice que le ha pedido a Taehyung que se casen.

-¿Ah, sí? -Su rostro se iluminó como un sol, y sus ojos se abrieron con avidez y curiosidad-. Vaya, eso es maravilloso. Venga a comer un poco de pastel.

-No ha dicho si él ha aceptado -señaló Daniel.

-¿Desde cuándo dice Tae algo tan sencillo como sí? -preguntó Jungkook, y sus palabras hicieron reír a Daniel.

-Ésa es mi chico.

Se sentaron, comieron pastel, tomaron café y, antes de pasar al tema en cuestión, estuvieron dando rodeos, charlando sobre la madre de Jungkook, Taehyung y el bebé de Jimin.

Finalmente, Daniel se recostó en su asiento.

-Bueno, ¿es necesario que pregunte cómo piensa mantener a mi hijo y mis nietos?

-Pues usted verá. La última vez que hice esto, el padre del chico tuvo un par de años para ir sonsacándome. No pensé que tuviera que volver a pasar por esa parte a mi edad.

-Por supuesto que no. -Taehee le dio a su marido una ligera palmada en el brazo-. Estaba bromeando. Taehyung se puede mantener solito a él y los niños. Y no estaría usted ahí con esa cara de disgusto si no lo quisiera. Si no le molesta, me gustaría saber cómo se siente ante la idea de convertirse en padrastro.

-Pues imagino que igual que usted siendo abuelastra. Con un poco de suerte, los hijos de Taehyung sentirán por mí lo mismo que sienten por usted. Sé que les encanta estar en su compañía, y he oído que las galletas de su abu Hee son tan buenas como las de Jackson. Eso es todo un cumplido.

-Los queremos con locura. Taehyung los quiere con locura. Yuta los quería con locura. Era un buen hombre.

-Quizá para mí las cosas serían más fáciles si no hubiera sido tan bueno. Si hubiera sido un hijo de puta y se hubieran divorciado en vez de ser bueno y haber muerto tan joven. No lo sé, porque no es el caso. Pero me alegro de que fuera un buen marido, por Tae y por los niños. Podré vivir con su fantasma, si es eso lo que quiere saber. Creo que hasta le estoy agradecido.

-Bueno, eso es muy inteligente. -Taehee le dio unas palmaditas en la mano en señal de aprobación-. Y demuestra que tiene buen carácter. ¿No te parece, Daniel?

Daniel profirió un sonido algo impreciso y se puso el índice en el labio inferior.

-Si se casa con mi hijo, ¿me hará un precio especial en los trabajos de jardinería?

Dalia Azul¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora