🌌Capítulo 13🌌

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Vista en conjunto, podía decirse que fue una velada agradable. Ninguno de sus hijos tiró comida ni hizo ademán de vomitar. Y para Taehyung eso siempre era un plus.

La conversación fue educada, incluso animada, y más cuando supieron que Jungkook compartía la afición de Yeonjun por los cómics.

El hecho de que Jungkook pareciera más interesado en hablar con sus hijos que con Taehyung seguramente fue otro plus.

-¿Sabes?, si Hulk y Spiderman lucharan alguna vez, yo creo que ganaría Spiderman.

Jungkook asintió y se puso a cortar su rosbif.

-Porque Spiderman es más rápido y más ágil. Pero si Hulk lo pudiera atrapar, Spiderman estaría perdido.

Yeonjun atravesó una patata muy pequeña con el tenedor y la sostuvo en alto como una cabeza clavada en una estaca.

-Si estuviera bajo la influencia de un hombre muy malo, como...

-Como míster Hide.

-¡Sí! Como míster Hide, entonces Hulk tendría que ir tras Spiderman. Pero aún así ganaría Spiderman.

-Por eso es tan raro -concedió Jungkook-, y por eso Hulk es increíble. Hacen falta más que músculos para combatir el mal.

-Sí, hay que ser listo, valiente, y todo eso.

-Peter Parker es el más listo. -Kai emuló a su hermano con la cabeza de patata.

-Bruce Banner también es muy listo. -Al ver que los niños reían, Jungkook levantó una patata y la agitó-. Siempre se las arregla para conseguir ropa nueva cuando recupera su forma normal.

-Si de verdad fuera listo -comentó Yoongi-, encontraría la forma de hacer que su ropa se estirara y se contrajera.

-¡Científicos! -dijo Jungkook haciendo una mueca-. Nunca piensan en lo mundano.

-¿Mundano es un supervillano? -quiso saber Kai.

-Mundano significa normal -le explicó Tae-. Como cuando digo: lo más mundano es comerse las patatas en lugar de jugar con ellas, y eso es lo que hace una persona educada en la mesa.

-Oh. -Kai le sonrió, con una expresión entre dulce y picara, y se metió la patata en la boca-. Okey.

Después de comer, Tae utilizó la excusa de los niños para retirarse. Tenía que bañarlos, contestar a sus preguntas, y aún tenían que quemar toda aquella energía que siempre les quedaba al final del día, lo que significa que uno o los dos se dedicarían a correr de un lado a otro prácticamente desnudos.

Luego venía su momento favorito del día, cuando ponía una silla entre las dos camas y les leía en voz alta mientras Yeontan dormitaba a sus pies. En aquellos momentos estaban con Mystic Horse y, como era de esperar, cuando cerró el libro escuchó una buena dosis de quejas y súplicas porque querían que leyera un poco más.

-Mañana. Me temo que ahora toca la sesión de besos babosos.

-No, besos no. -Yeonjun se dio la vuelta y escondió la cara contra la almohada-. ¡No, por favor!

-Sí, no pueden escapar. -Y le cubrió la parte de atrás de la cabeza y la nuca de besos mientras él se reía-. Y ahora mi siguiente víctima. -Y dicho esto se volvió hacia Kai y se frotó las manos.

-¡Espera, espera! -El niño levantó las manos para detenerlo-. ¿Crees que el diente se me caerá mañana?

-Vamos a echarle un vistazo. -Tae se sentó a un lado y estudió el diente con aire grave mientras Kai se hurgaba con la lengua-. Quizá sí.

Dalia Azul¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora