Gael Gray ©

Capítulo 10

—A mí no me engañas Grace, dime la verdad. ¿Qué pasó mientras Gael te llevaba a tu casa?

Jael me estaba cuestionando desde que había entrado al aula, —lo que no quería que pasará pasó­— ahora no sé que responderle. Gael me dijo que no se lo dijera a nadie y eso haré, pero Jael en pocas palabras me estaba presionando.

Si que le gusta el chisme —pensé.

Estaba en grupo con Jael haciendo un resumen que nos había puesto hacer la profesora de Química del libro de la materia, pero literalmente era yo que hacía el resumen y el trabajo de Jael era preguntarme sobre Gael.

—¿Me estas ignorando? —dice al ver que no le estaba respondiendo— ¡Graceee! —me grita al oído.

Lo miro con cara de enfado. Si que me estaba molestando. Este estaba con su sonrisa perfecta, esas sonrisas que te quedas embobada y solo quisieras mirar esos labios y dientes demasiados lindos.

—Señor Gray —lo llama la profesora y Jael se voltea a mirarla.

—Dígame profesora. ¿Ocurre algo? —este frunce el ceño.

—Eso le pregunto yo a usted, Gray. —se acomoda sus lentes.

La profesora de Biología era muy joven, se veía de 20 años y pues, era algo tímida y se ve que es nueva en esto de ser maestra. Tenía un cuerpazo que envidiaba, era pelinegra con ojos azules un poco oscuros, era igual de blanca como yo, labios rojizos e igual que Jael con sonrisa que te dejaba embobado, muchos de los compañeros la miraban mucho, también escuchaba a algunos diciendo que se la querían coger y cosas por el estilo. Incluso, algunas chicas de la escuela la envidiaban, ya que, varias tenían la misma edad que ella y no lucían como ella.

—No hay ningún inconveniente, profesora. Solo estaba preguntándole algo a mi compañera del resumen. —le responde.

La profesora asiente con la cabeza como respuesta y camina hacía otro grupo. Varios segundos después me doy cuenta que Jael la sigue mirando detenidamente.

—Pervertido —gira su vista hacía mí— ¿Te gusta? —le pregunto para hablar de otra cosa y se le olvide por el momento el tema de Gael.

Este se ríe alto y miro rápido a la profesora. Esta ya lo estaba mirando. Aprovecho en darle un codazo en el brazo derecho a Jael para que se callara.

—¡Au! Dolió. ¿Quieres que te lo haga a ti? —pregunta sobándose el brazo.

—Nos están mirando —le dije para luego mirar el libro.

—Ay, ¡Ops! ... ¡Lo siento Profesora! —le grita.

—Señor Gray, concéntrese en la clase, por favor. —le dice la Profesora.

De pronto Jael me pellizca en el brazo izquierdo.

—¡Auuu! —grité y le di un manotazo en el hombro. Este se estaba riendo.

—¡Me cansé! —gritó la profesora. Jael y yo volteamos a verla sorprendidos al mismo tiempo— Ustedes dos, salgan de mi clase —con su dedo índice señaló la puerta.

Jael se levantó y comenzó a recoger sus cosas.

—Profesora, pero Jael fue que me pellizcó —protesté. No quería salir del aula por algo que no hice, y me moría de la vergüenza ya que todos los que estaban presentes nos miraban.

—Señorita Gardener, le estoy ordenando que salgan.

Al saber que no tenía más opción, comencé a recoger mis cosas de mala gana y salí del aula. Al ya estar afuera vi que Jael me estaba esperando, ya que había salido primero que yo sin importarle nada.