Capítulo 13

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Estaba buscando a Yael o a Jael, pero cuando los necesito no aparecen. Necesitaba investigar sobre Gael si o si, quisiera saber que oculta.

De pronto veo a Lewis pasar por el pasillo.

—¡Lewis! —me acerco rápidamente a hasta el.

—Wuoa, ¿Qué pasa, Grace?

—Acaso, ¿Has visto a Yael o Jael?

—Nop.

—Ya veo... —estaba buscando la manera de sacarle información sobre Gael —Que raro que no andas con Gael —le digo.

Sonríe.

Espero que no esté pensando en otra cosa.

—Aunque Gael sea mi mejor amigo no siempre estaré con el, además, él es muy reservado casi no me dice nada.

—¿Reservado?

—¿Por qué la pregunta? No, la formularé bien, ¿Qué quieres saber de él? —se cruza de brazos con una sonrisa.

Me atrapó.

­—Que dices, solo es curiosidad —le di un pequeño golpecito en el hombro.

—Grace, lo poco que sé de él, no sé si a Gael le gustaría que te lo dijera ya que es personal.

Personal... Este chico me intriga más y más.

—Tranquilo, no preguntaré más...

—Por cierto, Gael no pudo venir hoy a clases.

—¡¿Qué?! ¿Por qué?

¿Acaso se le olvidó lo de Historia? O ¿Se está ocultando de mi?

—Me dijo que se sentía mal.

—Pero ayer él se sentía bien —susurré.

—¿Qué dijiste? —pregunta.

—Nada, nada. Nos vemos luego Lewis —me despido. Camino rápido hasta el aula que me toca.

Iba tarde a la clase, corrí hacia esta hasta que sentí como caí al piso de nalga. Me había tropezado con alguien, subo mi cabeza para ver a la persona que me estaba extendiendo la mano.

Me quedé frisada al ver quien era, todo mi cuerpo se quedó tenso, no podía moverme. De repente sentí miedo. Era el hermano del chico que le había disparado a Gael, no me acordaba de su nombre.

—Hola Grace, que gusto volver a verte —dice con una sonrisa en sus labios.

No estaba segura si agarrarle la mano, también podía ser un demente desquiciado como su hermano.

—Se me esta cansando la mano —comienzó a moverla desesperadamente, pero la ignoré y me levanté por mi cuenta.

Recogí los libros que había tenido en las manos. Pero me estaba faltando uno, hasta que lo vi en sus manos.

—Dámelo, por favor —extiendo la mano para que me lo pasara. Pero vi en sus ojos que no tenía intenciones de hacerlo.

—Parece que no estas alegre de verme —dice.

—¿Podrías regresarme mi libro?

—Escuché que preguntabas por Gray —entendí a quien se refería.

—No deberías de escuchar conversaciones ajenas.

Wuao, me escuché como Gael cuando me lo dijo.

—Que te puedo decir, yo también soy curioso —se encoge de hombros— Si estás tan interesada por saber de verdad quién es Gael Gray, búscame en la salida, cerca hay una heladería. Ahí estaré.

—¿Qué te hace pensar que voy a ir? —me cruzo de hombros.

—Porque somos iguales, —se me acerca— te estaré esperando —me entrega el libro. Lo veo entrar al aula que también me toca.

No tengo duda, es igual que su hermano.

En toda la clase no pude prestar atención, estaba cuestionándome si debería ir a esa heladería. Este chico podría —podría no, lo es— ser peligroso. Pero quiero saber de Gael, y él podría decirme lo que quisiera saber, por otro lado, parece que él y su hermano de algún modo están involucrados con Gael.

Al acabarse la clase fui directamente hasta la de Historia, le había dicho al profesor lo que me dijo Lewis de que Gael no se sentí bien y el profesor lo entendió, toda la clase estaba viendo las exposiciones de mis compañeros y pensando en que era esa cosa personal que ocultaba Gael.

Dios, ¿Por qué este chico me intriga tanto?

Suena la campana haciendo que finalicen las clases. Antes que nada, me dirijo a la cafetería para ver si Yael o Jael están ahí. Al entrar, los encuentro charlando en una de las mesas al lado de unas ventanas.

Me les acerco.

—¿Dónde habían estado? Los he estado buscando como loca —les digo sentando al lado de Jael y mirando a Yael en frente de mi.

—Pequeña Grace —Jael me abraza—, mira hermanita, Grace nos extrañaba.

—Tal vez no nos tocaba juntos las clases —habla Yael.

—¿Para qué nos estabas buscando? —me pregunta Jael.

—Solo quería saber de ustedes —miento.

En realidad quiero preguntarles sobre su hermano.

—Pues bien hermanita, como te seguía diciendo...

—¿Sabían que Gael no vino hoy? ¼les pregunto de un tiro interrumpiendo a Jael.

Los dos me miran sorprendidos por mi pregunta. Jael se voltea a mirarme detenidamente la cara, para luego de varios segundos deja de abrazarme y comienza a beber su jugo. Es como si estuviera evitando mi pregunta.

—Si, dijo que no se encontraba bien —me responde Yael —no es raro, muchas veces faltaba a la escuela. Esto es algo normal en él.

—¿Y por qué faltaba? —mi curiosidad se hacia más alta de la cuenta.

Jael volvió a mirarme, pero estaba vez confundido.

Creo que estaba sospechando.

—No lo sé muy bien, pero nuestro padre siempre lo necesitaba, algunas veces era que Gael que no quería ir y se encerraba en su cuarto, y no salía hasta dos días.

—¿Y no veían eso raro? —pregunté.

—¿Por qué te interesa? —me cuestiona Jael.

No sé disimular, estoy siendo muy obvia.

—Es que, Gael y yo nos estábamos haciendo amigos —digo tímidamente.

—Deberías preguntarle eso a él entonces —me habla en un tono frio. Me sorprendo por su reacción.

—No le hagas caso Grace, puedes preguntar lo que seas —informa.

Luego de Yael decirme eso, no volví a preguntar. También me daba curiosidad porque Jael reacciona así cuando se habla de Gael, pero el día en que Gael estaba peleando con el tal Bruno lo defendió.

Quizás porque es su hermano después de todo, y en el fondo lo quiere.

Finalizando todas las clases, le digo a Yael que me iba a ir sola a mi casa porque iba hacer algo de camino, esta me estaba cuestionando, pero evité las preguntas y le mentí. Si de verdad quería conocer a Gael debería ir a esa Heladería y así será.

Espero no estar yendo por el camino incorrecto, aunque quisiera saber sobre Gael Gray, no deseo entrarme en la cueva del lobo.

Gael Gray ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora