Capitulo 20

6 2 0
                                    

Las lagrimas se me salían de los ojos escuchando la historia de Gael.

Era demasiado triste, lo que pasó y lo que tuvo que ver Gael.

—Lo-lo siento mucho Gael —lo abrazo.

—Esta bien, ya pasó... Después del entierro de mi madre, no dejaba mi habitación. Ya entendía lo que decía Jean de querer morirse y que dolía, en ese momento no lo entendía pero logré comprenderlo. Perder a una madre que ha estado ahí para ti, te corregía, siempre quería lo mejor para ti y te daba todo el amor que necesitas, es doloroso. Y sí, esa perdida deja un vacío. Sentí como si no tuviera mis pulmones o corazón, en las noches dejaba de respirar y me asustaba. A veces soñaba con mi madre diciéndome que todo esta bien y que no me preocupara que ella estaría conmigo en cada paso quedaba. Pero era doloroso despertar y no verla en las mañanas y saber que todo es un sueño.

Vi como Gael ya no podía retener más las lagrimas que querían salir de sus ojos. Miró el piso y lloró.

—No, no volví hablar —se secó las lagrimas pero fue en vano, porque volvían más— Mis hermanos me hablaban, mi padre y nada. No hablaba, solo estaba pensando en mi madre y como vengarme.

—¿Vengarte? —me seco las lagrimas. Me mira.

—Si, vengarme. No podía dejar eso así. Quería vengar la muerte de mi madre. Un año después, al cumplir mis 15 años ese fue mi regalo de parte mía. No quise que me celebraran mi cumpleaños solo quería salir a vengarme. Como no había salido a ningún sitio después de la muerte mi madre todos se sorprendieron cuando les dije que quería salir a la calle, así que me dejaron salir, pensando que eso era lo mejor para mi.

—Y fuiste a matar a Juan.

—Si, lo hice. Hice todo mi plan y así fue. En su casa, en su habitación y con seis disparos. Así como mató a mi madre.

—Dios mío —me tapo la mano con la boca— ¿Qué pasó con Jean?

—No supo que maté a su padre, fue otra perdida más dolorosa para Jean, lo sé,  lo dejé huérfano. Y  fui un hipócrita más, a ir a su casa cuando me llamó para decirme y desahogarse. Tampoco supo que mi papá fue el que mató a su mamá hasta ahora en la fiesta, que me lo contó.

—¿Y Alton?

—Esa persona no hizo nada. Lo único bueno que efectuó fue aceptar que mi padre se fuera de la pandilla cuando mi madre falleció.

—¿Esta vivo?

—No, Jean logró matarlo porque le dijeron que fue él que mató a su mamá. Luego Jean se hizo líder de la pandilla.

—¿Qué hiciste con tu vida después?

—Me entré a la pandilla con Jean, todo lo que mi papá no quería que hiciera lo hice. Luego entre en el mundo de las drogas, para mi era lo mejor ,porque me hacia olvidar y me sentía bien porque hacia un mundo con mi madre, sentía que estaba con ella. Me sentía demasiado bien.

—Pero sabes que eso no era lo que realmente necesitabas.

—Sabia que no, por eso queríamos más y más, también comencé a fumar. Era una adicción. Y si, estaba perdido. Eso fueron los peores años de mi vida. Solo quería el amor de madre, el de mi mamá.

—¿No hablabas con tus hermanos?

—No.

—¿Tú padre no se daba cuenta de tu cambio o de lo que hacías?

—Si, todos se dieron cuenta pero él único que supo lo que hacia fue mi padre porque me arrestaron en una fiesta que hizo Jean. Y había muchas sustancias. Ya sabes. No tuve remedio y llamaron a mi padre, él al enterarse que estaba en la pandilla y que consumía, hizo que me saliera y pues me soltaron de la cárcel solo porque dijo que fue por la muerte de mi madre y que me iba a entrar a un hospital psiquiátrico.

—¿Mejoraste allí?

—Bueno, hicieron que olvidara las drogas y que aceptara la perdida de mi mamá. Así que, se podría decir que si. Aunque ese momento no se olvida. Hay veces que se repite una y otra vez en mi cabeza, es molesto.

—Es así, lo superarás, pero no lo olvidarás. 

—¿Alguna vez has pensado, por qué nacemos? O mejor, ¿Por qué nos toca vivir una vida que no queremos? ¿Lo has hecho? —pregunta mirándome a los ojos.

—No realmente.

—Yo me lo he preguntado demasiadas veces, hasta creo que me volveré loco.

—Las cosas pasan por algo. Cada quien le nace su historia, su dialogo, su momento, su espacio pero es porque uno mismo decide que pase.

—Pero...

—Vamos hacer algo, ¿si? Cierra los ojos —le digo y me hace caso.

—Relájate y solo escucha mi voz... Olvídate del ruido de la calle y has que mi voz sea lo único que escuches.

—Vale.

—Quiero que sepas que eres una hermosa persona, y me gustaría que te sintieras y pensarás lo mismo. No vivas del pasado, vive del presente, de lo que te rodea ahora mismo, vive por lo que siempre has querido y lo que has querido tener...

—A ti.

Su comentario hace que me calle por un momento, mi corazón lo sentí pequeño a escuchar eso.

—Prosigue —dice sin más. Y continuo.

—Ahora, imagina un lugar donde siempre has sido feliz, imagínate estar con la persona más importante de tu vida en ese lugar... ¿Te lo imaginas?

Asiente.

Minutos luego veo como se hace una sonrisa en su cara. Todavía seguía con sus ojos cerrados.

Al Gael contarme su historia pude darme cuenta que realmente es una buena persona, solo que se sentía perdido, no sabía que hacer. Y que solo necesitaba a su mamá, supongo que a su mamá le rompió el corazón ver como su hijo menor no era el mismo, cosa que ella no quería que pasara.

Aunque no lo conocí desde pequeño, sé que era un niño feliz con ganas de vivir su vida. Sentí de mi parte ayudarlo. A que sea feliz de nuevo.

Me le acerco un poco y lo miro de nuevo. Tenia su cara relajada, estaba tranquilo, ya no lloraba. Estaba bien.

Cuando lo iba a besar abre sus ojos, esos ojos marrones miraban directamente a los míos. Aunque notó mi acercamiento no se alejó, solo estaba ahí mirándome.

—¿Habías hecho eso antes? —pregunta.

Sabia a lo que se refería. Así que asiento.

—Mi padre me decía que lo hiciera cuando me sintiera mal. Es el mejor sentimiento que uno puede tener. Ese sentimiento de ser feliz por un momento es el mejor del mundo.

No dejó de mirarme en ningún momento.  Noté que en ese momento también quería lo mismo. Se abalanzo hacia a mi y me besó. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 17, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Gael Gray ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora