Capítulo 14

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—¡Grace! —escuché mi nombre al entrar a la heladería— ¡Por aquí! —miro hacia su dirección.

Me acerco a la mesa donde él esta.

—Ya estoy aquí, dime lo que me tengas que decir —le digo.

—WOW, una mujer decidida —sonríe—, sé que quieres saber sobre Gray pero no te invité hasta esta heladería solo para hablar. ¿Qué vas a querer?

—No quiero nada, gracias.

—¿Segura? —me mira interrogativamente.

—Segura —afirmo.

—Bien —se levanta de la silla—, vuelvo en un rato.

Estaba nerviosa, muy nerviosa.

No sé a que persona me estoy enfrentando por eso antes de llegar aquí compré un rociador de pimienta en la mochila, para cualquier movimiento que él haga. Debo estar precavida.

—Ya estoy —se vuelve a sentar con su cono de helado en la mano—, es de menta, ¿Quieres? —me acerca el helado.

Actuando así no se parece en nada a su hermano.

—Estoy bien, gracias.

Se encoge de hombros y comienza a lamer su helado.

Dura varios minutos así y mirando para algún lado de la pequeña heladería.

Me desespero.

—Voy a dejar algo en claro... —me detengo al recordar que no se su nombre, este me mira— ¿Cuál es tu nombre? —le pregunto.

—Bryan

—Bryan, voy a dejar algo en claro. No te daré algo a cambio, si quieres algo a cambio dímelo desde ahora para no perder mi tiempo.

Se le escapa una pequeña risa.

—Puedes estar tranquila, no quiero nada a cambio.

Respiro aliviada.

—Ahora, me podrías decir lo que quiero saber... Por favor.

Este asiente.

—Hoy en la noche habrá una fiesta privada que hará mi hermano Ryan...

—No iré —me levanto de la silla para irme pero Bryan me detiene. De solo escuchar el nombre de su hermano se me eriza la piel del miedo que le tengo.

—Siéntate Grace, mi hermano no te hará nada porque nadie sabrá que irás.

—¿Cómo?

—Primero escúchame. —me vuelvo a sentar— Gael irá a esa fiesta, y ahí te voy a mostrar lo que él te oculta. Te voy a buscar a tu casa y cuando lleguemos nos vamos a escabullir.

—¿Sabes donde vivo? —me sorprendo.

—Mi hermano... —termina de comer su helado— Te investigó.

Me pongo las manos en la cara.

—¿Es en serio lo que me estás diciendo? —lo veo.

—Cien por ciento. Pero no fue por su propia cuenta, a mi hermano no le interesas, sino a nuestro Jefe.

—¿Jefe? ¿Cuál Jefe? —pregunto asustada.

—Lo sabrás en la noche...

—Ósea, esto quiere decir que, ¿Hay alguien peor que tu hermano?

—Exactamente —al ver que no digo nada, habla primero— Te buscaré a las diez.

—¿Diez? —pregunto sorprendida.

Gael Gray ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora