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NARRADOR OMNICIENTE
Sábado del mediodía en la calurosa isla de Knewst. El mes de noviembre empieza a ser alegre gracias a la pronta navidad. Pero este no es el caso para el nuevo equipo que se ha formado.
Después del reencuentro entre Mila y Anabella se habían mantenido en silencio tratando de descansar. Mila se siente culpable porque piensa que es su culpa el que su amiga este aquí, supone que la amenazaron, lo que ella no sabe es que Anabella está aquí bajo su propio riesgo. Aún tienen muchas cosas que hablar.
Mientras en otros lugares grupos de diferentes especies se reúnen para organizarse y prepararse para entrar en el juego, en esta isla se encuentran los ocho que cuentan con una ventaja, tienen a una destructora de mundos en su equipo.
Todos se sentaron en la gran mesa debajo de una sombrilla en medio del patio de la mansión que ahora alojaría a su equipo. Estaban todos hasta Yionne y Daniel dos miembros jóvenes de los Brave e incluso Pietro «Hermano mayor de Lili» quien siempre supo todo y ahora lideraría el plan en vista a la falta de Hans.
Pietro estaba de pie en la punta de la mesa, en la otra punta estaba su sobrino «Daniel» y en los alrededores estaban los demás. No tuvieron tiempo de recibimientos cuando Pietro los obligó a sentarse.
Vadim y Yionne son los únicos que no parecen tensos, así que fueron los primeros en tomar asiento. Gabriel se sentó al lado de Yionne, Lucille se sentó a la derecha de Vadim quien le sonrió y ella ignoro poniendo sus manos enguantadas sobre la mesa.
Mila observó en todas sus direcciones y se sentía mal por ver a su amiga. A pesar de que Anabella durmió un par de horas su semblante sigue siendo terrible. Los que faltaban tomaron asiento.
Anabella se mantuvo en silencio sin saber que decir. Ella había visto a Pietro un par de veces cuando vivía fin Lili, pero no conocía a su otro hermano «Jacov» ni a su hijo, Daniel. Bell noto el parecido entre Daniel y Lili «Ojos agua marina y cabello oscuro» mientras Pietro solo compartía el mismo tono de ojos ya que su cabello es rubio oscuro.
Estando todos juntos la reunión podía iniciar. Tienen mil problemas encima y batallas internas con las cuales lidiar, pero ninguno esta indispuesto a esta reunión, tienen el mismo objetivo.
—Esta será su primera y probablemente única reunión —habló Pietro—. Así que se callan y oyen lo que tengo que decir. Al final podrán hablar y expresar lo que sea que quieran decir —todos asintieron. Lucien sabe que es mejor quedarse callados cuando un Brave ordenaba.
—No sabemos exactamente porque se creó el juego, pero sabemos de su existencia y lo que se debe hacer. Investigamos muchos años sobre lo que es y lo que se debe hacer. La conclusión es que al parecer nos enfrentamos a un juego de encontrar el tesoro —Vadim y Mila fruncieron el ceño «¿Acaso era una burla?» pensaron—. Alguien debe estar muy aburrido para haber creado un juego que podría acabar con un montón de personas.
—Pero no es como el juego de niños —ahora hablo Daniel—. Los mortales —«Así llamaba a todas las especies, porque nadie era inmortal»—, somos salvajes y parece ser que lo que ofrece el dueño del juego los ha puesto peor, convirtiendo todo en un baño de sangre. Hay siete equipos en total, todos tienen más miembros que nosotros.
—Pero nosotros tenemos la ventaja —aseguró Yionne ahora, ella tenía permiso de interrumpir ya que tiene partes del plan. Yionne al igual que Daniel es joven, la hija mayor de los Skov en Finlandia, la única sobreviviente de la masacre de su grupo—. El juego del tesoro ¿Lo conocen? Bueno allí te dan pistas para encontrar el tesoro que están escondidas en diferentes lugares. Pues algunos equipos tienen la ubicación inicial y ya se han tomado ese lugar, solo que no saben cómo encontrar la próxima pista... Nosotros no necesitamos eso —les dio una sonrisa salvaje—. No necesitamos pistas cuando tenemos todo el maldito mapa lleno de ubicaciones.
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Matar y Sobrevivir [Dueto Destructores #1]
Random«Hasta la persona más buena sucumbe a la maldad con una buena motivación». Ocho personas tendrán que convertirse en un equipo si quieren entrar al juego sangriento que ofrece como premio un deseo, cualquiera que sea. Poco tienen en común, excepto do...