Matar y Sobrevivir [Dueto Destructores #1]

26. Gabriel & Mila

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GABRIEL

Entre en el bar tempetion al lado del oscuro y Mila, ella nos había tomado a ambos de chaperones y no podía evitar sentir que transpiraba.

Ella normalmente luce bien, es hermosa y nunca lo negare. Pero en este preciso momento luce más que hermosa, se ve irreal, como una deidad a la que le debería rezar.

Yo le quiero rezar a su altar.

Desde que la llame por su nombre fue como si derribara la pared que me impedía estar todo el día pensando en ella. Ahora no desaparece de mi cabeza «Mila, Mila, Mila». Eso es todo lo que se repetía aparte del deseo de querer matar a todos los que la hicieron sufrir.

Vi todo lo que le hicieron y más que sentir tristeza, sentí furia y odio contra ellos. Mi instinto asesino no se apagará hasta que no les arranquen la garganta.

—Lucen muy bonitos —dijo con tranquilidad, a pesar de que entendía que ella está en la mierda parecía la estrella en la punta del árbol de navidad.

Me pidió que me alejara de ella y sin embargo aquí esta, ella me busco y se agarró de mi brazo. De cualquier modo, hubiera luchado por estar a su lado, es muy tarde para retroceder, estoy destinado a ella y no parare hasta que sea mía.

Las cosas cambiaron, por mucho que me negué a aceptar lo que ella significa para mí ya no puedo más. Mila es mía, el destino me la ha dado y no la dejaré ir.

—También te ves muy bien —le respondió el oscuro distraído «Está buscando algo» o alguien, mejor dicho.

Es evidente que no ha despegado los ojos de la pelirroja que también luce en extremo hermosa, la belleza de la pelirroja es algo peligroso. Tiene un tipo de belleza que te atrae, pero sabes que debes tener cuidado, es la belleza del caos. La híbrida es la belleza de la oscuridad y la chica Brave la belleza de la tentación. Cada una representaba un tipo de belleza para mí.

Y Mila, ella es una belleza mortal y letal. Una belleza por la cual muchos morirían incluido yo.

—Bueno yo me voy —anuncio Mila soltando su brazo de ambos—. Buscaré a Bell. Se ven muy lindos, parecen dioses.

Fue lo último que dijo antes de salir directo a la pista en pequeños brinquitos. Creo que nunca la había visto tan animada y eso calentó mi corazón de piedra.

—¿Qué le pasa? —me preguntó el oscuro sonriendo.

—No lo sé, tal vez la han poseído —una mesera se acercó a nosotros con tragos y ambos tomamos los shots que nos ofreció.

—Es el espíritu de la Navidad —aseguró con mala cara el Brave tomando un trago de la bandeja de la mesera—. Las nórdicas aprecian la Jul más que un cumpleaños.

—A mí me gusta más mi cumpleaños. Al menos me tratan bien ese día —apareció el ruso tomando dos shots de la bandeja.

—Tu ni me hables —amenazó el oscuro—. Te las ha robado.

—¿Qué? Juro que no robo hace meses —alzó las manos con sus dos shots, su inocencia me divertido.

—Has robado a su chica idiota. Al pequeño le molesta eso —el oscuro me observó con los ojos muy abiertos.

—No hablo de eso —mintió el oscuro.

—¿Ah no? Entonces cuéntanos que se ha robado el ruso.

—Eh Mira —señaló con su mano hacia atrás pero no le preste atención—. ¿Esa no es Mila besándose con alguien? —me voltee furioso para ver. Cuando no vi a nadie entendí todo.