Peligro

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Sentí la sangre hervir, soy hija de uno de los mejores mafiosos de Japón y no podía librarme de estos estúpidos,  que patética me veía, aunque hace un mes no es que pudiera hacer mucho por mis costillas rotas, pero ahora si. Mire la ventana y calcule los metros.

- joder si salto no salgo vida. - me removí en la habitación desesperada.

Me estaba quebrando mentalmente hasta que llego a mi una imagen de una película que vi con Tsubaki, la escena iba de alguien que escapaba por la ventanilla amarrando las sabanas, aunque sonara estúpido lo iba a intentar, iba a buscar cualquier  método necesario para salir de aquí, con cuidado y cautela empecé atar los trapos y de la cama, cuando ya los tenia listo, gire mi mirada hacia el techo...

ahora donde demonios lo ataría, algo fuerte que soporte mi peso,  tal vez por el petillo de la puerta , me la iba a jugar, ate lo más fuerte que pude y camine hasta aventar las sabanas, sonreí triunfante, esta vez saldría bien. Cuando me acomode para ir bajando alguien abrió la puerta , se me fue el equilibrio al y se me enredaron los pies en la sabanas atadas y caí de frente.

- ¡maldita sea!. - grite enojada y adolorida ni siquiera hice por levantar la cabeza, solo me quede ahi, haciendo berrinche dentro de mí.

- no eres muy lista por lo visto. - hablo kokonoi siguiendo con su mirada las telas amarradas que caían a la ventana.

- cállate imbécil. - le grite enfurecida aun sin pararme.

- la imbécil eres tú, solo por la lastima que me das te diré algo estúpida mujer, si bajabas por esas ventana podrían pasar dos cosas, la tela no aguantaría tu pero la puerta se hubiera quebrado, para tu mala fortuna no esta Ran pero Rindou si y muy seguramente te hubiera echo polvo, si lograbas bajar, quien esta haciendo guardia es sanzu y por supuesto que seria un espectáculo el ver como te masacra.

Trague saliva de solo pensar lo que pudo a ver pasado., pero algo levanto mi curiosidad.

- ¿y tu por que no me masacras?. debo de aceptar que con kokonoi era con el único con el cual podía tener conversaciones  un poco más civilizadas, aunque sabia que no mataba por que le debía "dinero"

hizo ademan con la cara fastidiado.

- por dos simples razones, no quiero manchar mis trajes con tu sucia sangre, y me debes dinero, cuando haya obtenido lo que busco, me dará igual que eso imbéciles te hagan.

Me quede calla y al fin se me vinieron ideas a la cabeza, por el momento kokonoi era mi salvavidas, el de alguna manera aunque lo odiara me mantendría con vida hasta que le pagara el dinero, tal vez si me gano su confianza, podria hacer negocios con él, después de todo a donde mejor le paguen y tenga más beneficios el ira, lo único que tengo que buscar es una buena oferta.  Por el momento me mantendré  mansa, hasta que pueda convencerle...

Estaba tan sucumbida en mis pensamientos que no escuche los gritos de kokonoi hasta que lanzo  una pluma que con tan buen tino dio en mi cabeza.

- no escuchas, ahora también eres sorda. se sobo las sienes .- por que estoy rodeado de estúpidos .

le mire mal, aguantar los malos humores de este hombre me causaba jaqueca. le mire y hice un mojin.

- que jodidos quieres. le dije molesta,

el volvió se acerco imponente y me vio gélidamente, agarro mis cabellos cerca de mi nuca y me jalo fuerte pero no lo suficiente para lastimarme.

- oye me bien imbécil, no te quieras pasar de astuta  que sepas que tu solo eres escoria y estas bajo mi mando por el momento más te vale no hacerme enojar que mi paciencia no es mucha...

cazame o devorame. (Ran Haitani y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora