Entre el cielo y la tierra hay una brecha

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Después de aquella declaración mi mente se encontraba echa un desastre, aparentaba estar tranquila pero las palabras egoístas que salieron de mi boca me estaban calcomiendo.  kokonoi parecía estar en sus propias batallas, así que sin chistar me subí al carro junto con él. Nuestro trayecto fue tranquilo y agridulce, las luces de las calles alumbran nuestras caras serias, me empezó a dar frio así que decidí extender mi mano para prender la calefacción para mis colmos koko también extendió la mano y nuestras manos se rozaron por supuesto la quitamos al instante. koko volvió su vista al volante y yo mi vista hacia la ventanilla.

   Claramente el ambiente se sentía incomodo y vergonzoso aunque la mofa en nuestra situación  era que habiamos compartido los momentos mas jodidos el uno del otro y ni siquiera nos inmutábamos pero en este momento lo que lo hacia distinto era que estábamos perfectamente ¨consientes" de nuestras palabras. 

- ¿tienes frío?. la voz de koko sonó tan dulce que casi se me encoje el corazón 

En otro momento hubiera respondido sarcástica pero inesperadamente de mi boca salio un no bastante tímido.

 kokonoi me dedico la ultima mirada por el rabillo del ojo, y no volvió a hablar, entre mi mente y mi persona teníamos una batalla campal, y es que que jodidos éramos  lo de hace rato fue una ¿declaración? o acaso lo que prometimos hace meses lo fue..., claramente la cabeza me daba vueltas cuando al fin llegamos  a la mansión nos abrieron las puertas y mi hermano estaba como perro guardián en la puerta, lo que faltaba más problemas.

Cuando nos bajamos del carro, Tsubaki a grandes zancadas y casi apunto de tirar rabia se nos acerco peligrosamente, por instinto kokonoi se puso delante de mí "protegiéndome" lo que me puso un poco de mal humor, agradecía el gesto de ser un caballero pero yo podía patearle el trasero a Tsubaki sin problema, odiaba tener que ser la princesa rescatada. Justamente cuando Tsubaki vio el gesto soltó aire con mofa.

- no recuerdo darle permiso a un moso de salir. - soltó con tanto veneno a kokonoi que alenguas se le veía el odio 

kokonoi sonrió mordaz. - no recuerdo que tu fueras mi "jefe", no te hagas ideas estúpidas niñato para quien osaba trabajar era para tu padre no para pequeños gatitos que juegan a ser mafiosos

Mis ojos se abrieron de par en par, kokonoi si que sabia como hacer que mi hermano se enojara en un dos por tres, por supuesto que Tsubaki ya le iba a dar un trompón si no es que  yo misma me moví para hacer a kokonoi para atrás jalándolo de la chaqueta  eso hizo que ambos me vieran mal.

-¡ traidora!. - solto con todo el coraje que pudo mi hermano y se fue no sin antes empujarme fuerte.

- vámonos.  solté tomando aire y indicándole a kokonoi que me siguiera a mi habitación, por que si por el momento koko no tenia habitación ni nada, no hasta que le demostrara a mi padre que era una persona digna para el, así que kokonoi dependía de mi ,graciosamente se invirtieron los papeles.

Cuando entramos en mi habitación koko soltó bajito.

- sabes  puedo cuidarme las espaldas. - me hizo un mojin

por supuesto que me cabré . - oh lo dices por que te jale hace un momento. - el sonido de mi voz sonaba a recriminación en contestación me torció los labios.

- buscas pelea kokonoi por que... - ni quisiera me dejo terminar la frase cuando se acerco a mi  y acomodo un mechón suelto atrás de mi oreja.

- lo que menos busco hoy es pelear, por que no te das un baño caliente estas helada. - dejo salir un suspiro.

por supuesto que la quijada se me descoloco ya estaba lista para darle guerra pero el simplemente decidía ignorarme, si koko era el tipo de chico que no se enojaba por tonteras y bastante asertivo en todo aquello que decía, en cambio yo era imprudente y me deja llevar por mis emociones como pólvora, pero koko era agua que pagaba todo rasgo de fuego en mi manteniéndome calma  lo quisiera o no.

cazame o devorame. (Ran Haitani y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora