Tratos

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Cuando abrí los ojos sentí la cama vacía, a lo lejos se podía escuchar la ducha era koko, como pude estire mi cuerpo cansando y agarre el reloj de koko eran las 4 a.m, era jodidamente temprano de verdad quería volver a dormir pero sabia bien que él seguramente tendría asuntos que atender al igual que yo.

Con pereza baje mis adoloridas piernas de la cama y me obligue a pararme y dirigirme a la ducha, agarre lo primero que encontré y lo  que sambutí en mi cuerpo era su camisa , me dirigí hacia el cuarto de baño a paso lento dejando que el suelo frio entrara de lleno en mis pies, sin vergüenza ni reservas abrí la puerta del baño y me dirigí al lavabo en donde se veía un espejo grande y extravagante, las pupilas de mis ojos se abrieron grandes al ver que estaba echo un desastre, lo que nadie contaba después de la intimidad es que claramente al despertar tendíamos a tener una mala pinta, tal vez por ello koko siempre se apresuraba a ducharse, se curvaron mis labios ligeramente y entre mis pensamientos internos salió un "que vanidoso".

Por el rabillo del ojo pude ver la espalda de koko, una ráfaga de pensamientos negativos y lastimeros llegaron a mi , no se supone que cuando vez a tu ser amado el cual es atractivo con buen físico debería despertar ese deseo de tocar, contradictoriamente hace unos meses atrás estaba aferrada a la idea de tocarle y tener intimidad. Lo de ayer fue verdaderamente hermoso y cálido, no podria negarme a volver a tener algo así con koko, pero por que simplemente no despertaba ese fuego interno no sabría como explicar el sentimiento, si podria pasar mi vida a lado de koko pero porque  en mi corazón había duda...

Me espabile de mi misma por que internamente sabia la respuesta sin embargo quería proteger a koko, quería regresarle toda su bondad, quería corresponderle y tendría que corresponderle me había dado todo que simplemente me sentaría mal lastimarle. De nuevo de mi trance me saco koko.

- ¿Cielo, todo bien? – me hablo con voz dulce, y con la una toalla colgada a la cadera.

- Si, si es que estoy cansada. – le mire y acomode su cabello alborotado por la ducha.

- Enserio, hubieras hablando al entrar y ducharnos juntos. – me dedico una mirada dulce.

En respuesta garraspe un poco la garganta, y el me correspondió con una risa  .

-tranquila no iba a pasar nada, bueno tal vez si.

Cuando estaba apunto de besarme, sonó insistentemente su teléfono y sin mucha convicción me soltó y fue a atender la llamada, yo aproveche para irme a tomar una ducha, cuando Sali del baño koko ya estaba vestido.

- ¿todo bien? – le solté por que tenia una cara sombría que inmediatamente cambio por una sonriente al verme.

- Si, es solo que tengo que partir hoy al extranjero me voy por unas semanas.

Solo afirme con la cabeza y curve mis labios en una media sonrisa, pero era sumamente extraño aunque si el negocio de mi padre también contaba con múltiples socios extranjeros,  era raro que hiciéramos negocios afuera, y eso era por que mi papá odiaba a los extranjeros, sin embargo seguramente koko intervino en ello , no pensé más.

Cuando me terminé de cambiar Sali a la par con koko tomados de la mano sentí de nuevo una presencia que nos miraba penetrante e insistente tanto que mi piel se enchino al instante y solo una mirada podria lograr tal reacción en mi piel sin tocarla...

- Que es lo que piensas. – la voz de koko me despertó de mi trance.

- Disculpa, no estaba prestando atención que es lo que me estabas diciendo... - hable un poco apenada.

cazame o devorame. (Ran Haitani y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora