cazame o devorame. (Ran Haitani y tú)

Roppongi parte 2

 Instintivamente voltee hacia arriba por si había algún francotirador, a los lados por si veía a su pandilla escondida, pero no visualice nada. Con la cabeza me indico que lo siguiera, cosa que no hice, hice una señal obscena con mi mano, lo cual era estúpidamente temerario por que ni siquiera sabia si pensaba matarme ahí mismo.

Por supuesto que Ran no era un hombre de paciencia saco una pistola que tenia un calibre bastante rápido, ni aunque me moviera con agilidad me podria librar de una bala, por suerte siempre guardaba una pequeña daga en la parte trasera de mi pantalón, camine detrás de el siempre viéndole la espalda, recordé todo desde un inicio hasta el final desastroso para salir de su secuestro, el simple echo de pensarlo hacia que me doliera el pecho, entonces que sentimientos tenia por el, no era un amor puro era más complejo en un punto donde el odio, la ira y el amor se juntan eso sentía por él, en todo caso los sentimientos eran intensos.

Cuando el me llevo lo suficientemente lejos de ruido y donde estaba todo oscuro, inconscientemente mi cuerpo se tenso y tuvo un leve temblor, empecé a sudar en frío.

- Si vas a matarme te estas tardando. – rece por que mi voz saliera neutral y no notara el miedo.

- Es un echo que te voy a matar, pero a las basuras como tú hay que darles una muerte dolorosa.

Cada palabra que de el salía era como una pulsada en mi corazón y a la vez desataba mi ira interna. Como no dije nada el continuo con la incómoda conversación.

- Pronto vamos a atacar. – dijo firme.

- Y... para que me dices eso a mí, no sería lo más lógico que contaras.

Por un momento se quedó pensando sus palabras y las mías.

- Ran me venias siguiendo desde donde... – asegure.

- Vi la oportunidad y quise tomarla para saldar una deuda que tenemos pendientes.

Sonreí socarrona. – ¿oh si dime tu hermanito como esta?- de mi boca salía ese lado sádico

Se abrieron sus ojos como platos y sin dudarlo disparo con su pistola, alcanzado a rosa mi brazo, de susto me deje caer, sus pasos para llegar a mi fueron violentos, me tomo de mi camisa y puso una pistola en mi pecho, su mirada era brava podía notar el odio hacia mí pero justo se escondía algo más.

Como buena asesina yo ya tenia la daga en su cuello.

- Vamos dispara Ran mátame, eso es lo que quieres si no lo haces tú lo hare yo. – le alenté casi sacada de mi orbitas

- Preparo la pistola y tenia el gatillo preparado, mi corazón latía al mil por hora, con la daga corte un poco de su cuello no tan profundo, ambos nos sosteníamos la mirada, dejo la pistola y la dejo caer en suelo, y me plato una cachetada que volteo mi cara del impacto

- Esto es por mi hermano maldita, creme que si no estuviera vivo ya hubiera quemados tus podridos huesos.

ah de nuevo estábamos en ese hilo en donde yo era la pólvora y el fuego.

Tome impacto y le di una patada en el estómago, si nos íbamos a moler a golpes al menos le daría batalla.

- Con que esas tenemos, entonces esta es por mi. – me lance cayendo encima de el , regresándole la cachetada, esto es por usarme, Ran jalo mi cabello haciendo que mi cabeza instintivamente se curvara hacia arriba, con mis manos llegue a su yugular.

- No tienes las agallas para matarme... y sabes por que , por que has caído por mí. – solto tan engreído y sarcástico como siempre.

Me soltó de su agarre y manteniéndonos en esa posición me entrego la daga, -mátame. con sus manos apretando las mías sosteniendo la daga se la puso en pecho, me temblaron las manos, entonces el de un jalón fuerte dispuesto a clavarse la daga esperando mi reacción por inercia movi rápidamente para que no se incrustara en el pecho si no en el hombro.

- ¡Te odio tanto! - grite con furia, pero mis lagrimas caían de impotencia y dolor.

De nuevo el impredecible de Ran tomo mi cuello con fuerza, y sin esperarlo me beso como el soló sabia hacerlo fiero, demandante y lastimero, en el proceso mis labios sangraron por sus mordidas duras

Cuando me soltó de su agarre me empujo hacia atrás me fui de culo ,yo solo estaba ida no podía pensar en nada.

- Mira que eres estúpida, era tu momento para matarme. – de nuevo esa mirada vacia.

- Eres un HDP

- Si lo soy por que me permites besarte, eres débil.

Me calaron esas palabras.

- Entonces que te quede claro, solo yo puedo matarte y solo por  mi vives.

Le lance la daga y el la cacho sin problema.

- Mi vida no te pertenece bastardo.

Rio con amargura. – ah entonces le pertenece a ese traidor "kokonoi", que bien que me dices espero que estés preparada para verlo morir, y a tu amiguito shintan también te voy a dejar tan podrida que me vas rogar que por mi mano termine con tu mísera vida.

No me dejo decirle más, solo me dejo ahí en ese lado oscuro, con dolor, impotencia dentro de mí , en una noche llena de frio en Roppongi

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Nota de autor:  Una disculpa si es pequeño el capitulo eh estado ocupada, y también quiero tener más capítulos para la mini novela de shinichiro sano.

Esta novela casi va llegar a su fin, ¿ será un final amargo?