decisiones

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Cuando desperté estaba en una cama que por supuesto no era la mía, las cobijas terciopeladas  rozaban las yemas de mis manos, y el aroma tan conocido me puso en calma, se que estaba en el cuarto de mi hermano, mi mente totalmente en blanco empezó a recopilar uno a uno los recuerdos... salí de la mansión Haitani a duras penas y respiraba rescate a koko...  

Con una fuerza casi bruta me pare de la cama, el dolor hizo que me regresara a esta misma y el suero que estaba incrustado con una ajuga lejos de ser gentil en mi desnutrida muñeca, pero eso importaba nada, les pedí que no le tocaran un pelo, y si bien mi hermano y raito no eran considerados muy condescendientes ni que acataran las reglas, me quite el suero con fuerzas y me pare con desespero de la cama.

salí de la cama como si me hubieran puesto un petardo en el culo y grite como lo sabia hacer.

  - óiganme el par , y saben a quienes me refiero si le tocaron un solo pelo les voy a dejar sin descendencia.

Por supuesto que no escuche respuesta ni de mi hermano y raito en su lugar los guardias de esa casa y algunos subordinados vinieron a mi, haciendo una referencia

- lo siento señorita el jefe y el señor raito no se encuentran. - dijo uno con tranquilidad pero lo suficientemente perspicaz para no hacerme cabrear.

- bien déjame reformular la pregunta, a donde se llevaron al chico que estaba conmigo.

el hombre se debatía en si  debía decirme o no, lo que provoco que sonriera con rabia y enojo estaban agotando toda mi paciencia, no fue hasta que uno de los subordinados decidió hablar por el bien de ellos, antes de desataran mi ira.

- están en la casa del gran jefe. respondió

chasque la lengua en respuesta por que llevarlo con mi padre, por supuesto que de tontos no tenían ni un pelo, estaba seguros que yo no iba a hacer un desastre en casa de mi padre, yo misma tenia miedo de que iba a pasar.

Tenia que agarrar valor , solo pensé en darme un ducha rápida para no verme tan mal, le pedí a las personas que atendían que me llevaran mi ropa al cuarto de mi hermano.

Cuando llegue al cuarto de mi hermano tome una ducha rápida, lo mejor de tener ahora el cabello corto es que me agilizaba las cosas, cuando salí de la ducha ya se encontraba mi ropa, extrañaba el olor de cuero de mis chamarras y mis pantalones no les cambiaba por nada.

Suspire y tome todo el valor, tome unas dos pistolas prestadas de mi hermano y decidí ir a la casa de mi padre y salvar a koko o cavar mi propia tumba.

Por supuesto que los subordinados no querían que fuera, pero  como siempre y de nuevo en mi mundo donde soy respetada y temida, tuve que darles una buenas patadas para que me dejaran ir, la casa de mi padre se encontraba a 20 minutos en moto, cursando todo el bosque.

cuando llegue no hubo quien me detuviera tal vez por que ya tenia las pistolas desfundadas y sabían que no me temblaba la mano para disparar, cuando al fin entre a mi "casa", pude  ver a mi hermano caminado de un lado al otro con tremenda frustración, y raito estaba con cara de pocos amigos, cuando nuestra mirada se cruzaron quien se acerco  a mi primero fue mi hermano

Con lo ojos como platos y a paso veloz se me acerco para abrazarme tal vez, pero lo que recibió fue un manazo bien fuerte y  mi mirada asesina.

- les dije que no le tocaran ni un jodido pelo, donde esta. - hable con bastante furia

mi hermano solo se quedo callado pasando salva y apretando los dientes claramente le molesto de  mi cometario, el que reacciono de mala manera y mas agresivo fue raito.

cazame o devorame. (Ran Haitani y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora