10. El sueño erótico que NO incluía a Alex

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Mini maratón 1/2

10. El sueño erótico que no incluía a Alex

No me sentía bien.

Lo primero que pude identificar al percatarme de que estaba en un sitio que no era mi casa yque tampoco era ni remotamente conocido a la vista, era un nudo en el pecho horrible. Comosi estuvieran aprisionando mi cuerpo contra una pared, sin ningún tipo de piedad, siéndomeimposible soltarme. 

Cada vez que hacía un pequeño esfuerzo por deshacerme de aquellahorrible molestia esta se intensificaba más y más, impidiéndome respirar, impidiéndomepensar en otra cosa que no fuera librarme de ella. 

Lo segundo que noté era que yo, no era precisamente yo

Además de sentir que mi pecho se encogía cada vez más, de estar bañada en un sudor frío, enun lugar que aunque agudizara la mirada no podía vislumbrar absolutamente nada, además dela terrible sensación de pavor que me hacía abrazarme en posición fetal, y que no tenía ni ideade dónde provenía, me encontraba encerrada en un cuerpo que no se sentía como el mío.Mis extremidades eran mucho más delgadas de lo normal, mi cabello apenas me rozaba loshombros y todo parecía ser de una magnitud enorme, como si de repente me hubieraencogido.

El mismo hecho de no poder ver nada, el pánico que no parecía querer abandonarme, como simi cuerpo ya supiera que algo muy malo estaba a punto de pasar pero no le hubiera avisado ami cerebro, por lo tanto yo desconocía la razón de mi desesperación, pero el nudo en mi pechoy el zumbido de mis oídos al parecer sí. Todo eso junto, hacía que mi desesperaciónincrementara.

 Entonces, fue como si todo mi sistema entrara en pánico, más de lo alterado que ya estaba.Mi corazón empezó a retumbar en mis oídos y no fui capaz de escuchar más nada que eso y mirespiración horriblemente agitada, mis manos y todo mi cuerpo comenzó a transpirar ylágrimas gruesas surcaron mis mejillas.

 La oscuridad del lugar empezó a ser desesperante y derepente a mis pulmones les faltaba el oxígeno, me abracé con más fuerza, como quién seespera lo peor, y entonces...

 Entonces las luces se encendieron.

 Abrí mis ojos de par en par, incorporándome en un solo movimiento en la cama, mi respiraciónse encontraba agitada, mis manos sudadas y las sábanas de repente me sofocaban.

 Miré hacia ambos lados, de un lado hallé mi escritorio con todo mi material de estudiodesperdigado, y del otro mis cortinas color turquesa pastel bloqueando la entrada de la luzsolar. 

¿Qué fue eso? 

¿Fue solo un sueño? 

No. Un sueño no. Una pesadilla. Y de las peorcitas que había tenido. ¿Qué había significadotodo eso? Joder, pero qué calor que hacía de repente. ¿El piso estaba moviéndose o era miimaginación? Parecía ser yo, me pesaba la cabeza... 

Me estaba costando un montón enfocar la vista, y cuando intenté apartar las sábanas de mitranspirado cuerpo, mis brazos se sintieron pesados y difíciles de manejar. ¿Qué me pasaba?Jodidos brazos, reaccionen...

Okay, esto no era normal. Ni la pesadilla ni que mis extremidades no estuvieran haciéndomecaso. 

Hora de llamar a mi enfermero. 

—Aleex... pssst —lo llamé, con la poca energía que me quedaba.

 Nada.

 —Alex, creo que estoy muriendo —intento de nuevo.

Ni un gruñido. 

—Aleex, se está cayendo el cielo. Ayuda.

Nadita.

Tal vez no todo acabe mal [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora