11. El sueño erótico que NO incluía a Alex y un ataque de... ¿celos?

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Mini maratón 2/2

11. El sueño erótico que NO incluía a Alex y un ataque de... ¿celos?

—Volviendo al tema anterior, ¿harás algo con tu cabello, italianín?

—¿Italianín? —Alex lo voltea a ver, teniendo un debate interno entre reírse o fulminarlo con la mirada.

—Es mi nuevo apodo, ¿te gusta?

—No.

—Molto malo por ti, entonces.

Alex sacude la cabeza, como si todos los que lo rodeaban hubieran perdido la cabeza, menos él.

—No diré nada sobre mis planes con mi cabellera hasta que lo pidan de la forma correcta.

Todos me voltearon a ver. Por alguna extraña razón.

Me aclaré la garganta, como quien está a punto de dar un discurso.

—Oh, sí, lo siento, olvidé que hablaba con la realeza. Perdone, Su Majestad —trago lo que tenía en la boca—, permítame reformular mi oración, por lo que más quiera.

—Permiso concedido.

—Le aconsejo humildemente, Señor Roma, que considere retocar un poco sus delicados cabellos de príncipe, porque el color verde ya ha quedado en el pasado. —Lo observo, ladeando la cabeza divertida.

—Mejor —Sonríe, aprobando mi vocabulario, y yo hago la mímica de una reverencia—. De hecho, no tengo planes.

—¿Acabas de hacerme hablar como en las novelas de los ochenta por nada? —Entrecierro mis ojos, señalándolo con el cuchillo de manteca, amenazante.

—Valió la pena —Se limita a encogerse de hombros.

—¿Aceptas sugerencias? —pregunta mi rubia amiga y todos deciden olvidar mi humillación y centrarse en eso.

Putos.

—Sorpréndeme.

—¿Y si te lo cortas al ras? ¿Tipo militar?

—Siguiente. —Alex arruga el entrecejo.

—¿Y si te lo tintas todito de verde? ¿Cómo esos chicos Tunblur de TikTok?

Tumblr —la corrige Jhon, riendo.

—Ehhh, no está mal, pero no me convence. —Esta vez queda pensativo.

Mi boca se abre sin que le haya dado permiso.

—¿Qué tal muchos colores? ¿Cómo un arcoíris?

Todos voltean a verme como la niña de El exorcista.

Alex casi se atraganta.

—¿Cómo un payaso?

—No, idiota —Lo pincho con el mismo cuchillo de manteca en el hombro y me mira mal—. Algo así como varios mechones al azar de colores, no tan llamativos como para verte como un clown, pero tampoco tan opacos como para que no se noten. ¿Qué tal? Sino busca algo en Pinterest y listo.

Todos se me quedaron como si me hubiera salido dos cabezas de más, se miraron entre ellos, y me volvieron a mirar a mí, que les devolvía la mirada con una ceja enarcada.

—No es mala idea... —Maikel se veía perplejo, igual que los demás.

—No te lo puedo creer. —agregó Sabrina.

—¿Por qué siento que me están tomando por idiota?

—Porque eso es exactamente lo que está pasando —Jhon me mira, divertido.

Tal vez no todo acabe mal [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora