Epílogo II

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Año Nuevo...

Países Bajos...

Nathan.

Habíamos venido desde España a pasar un bonito fin de año con la familia de Natasha. Ethan era todo un niño bastante educado y tranquilo. Mientras le tuvieras sus juguetes cerca y la comida lista, no había berrinche. De hecho, tengo una anécdota muy bonita de hace unos días con él.

Él lloraba porque yo le había dado jugo en vez de agua, pero no tenía idea en qué momento había cambiado de parecer.

Tener un hijo no es fácil, ser padre soltero tampoco lo es. Vivo para él y trato de educarlo lo más que puedo. Quisiera poder bajarle la luna con todo y estrellas, pero lamentablemente no puedo traerle a su madre de regreso y eso, eso me parte el alma diariamente. He aprendido muchísimas cosas, Ethan me ha enseñado mucho.

Dejar el pañal resulta horrible cuando él no está de ánimos.

Comer el desayuno termina siendo imposible cuando él está interesado en El Tigre Daniel.

Tener una conversación fluida cuando quiere tener la razón y sus respuestas terminan en No o Sí.

La hora del baño cuando esta juguetón, es terminar con ropa mojada o simplemente correr tras de él.

Pero lo más doloroso es dejarlo en la guardería. Tengo un hijo manipulador la mayor parte del tiempo. Casualmente me quiere más cuando lo dejo ahí, pero si es donde sus tíos o el parque, se le olvida de que existo.

Amo a mi pequeño torbellino.

Empezó la cuenta regresiva, otra vez. Un año más sin Natasha. Veo como Ethan viene muy elegante hacia mí. Las costumbres que tiene un amigo de la familia de Alek, es que, para año nuevo se visten elegantes para recibir el año en familia. Son latinos, por ende, la navidad la pasan con amigos y el año nuevo en familia. La diferencia de nosotros es que navidad es en familia y año nuevo con amigos.

Las culturas son bastante complicadas.

Tomo a Ethan por los brazos y le enseño el cielo, como todos los años, el feliz año se lo dedicamos primero a su mamá.

3...

2...

1...

—Nathan...

Boom.

—Nathan... —vuelvo a escuchar que me llaman—. Voltea, por favor.

Mis oídos no podían creer lo que estaba escuchando, sentí, mis piernas flaquear, sentí como todo mi interior se estremeció ante esa voz.

Jodida voz que me hizo sentir vivo una vez más. Me giro con tanto miedo de que fuera un sueño, porque tantas veces que lo desee y ahora se podría despertar y mi realidad iba a doler terriblemente.

Dios sabe que no quería que fuera así. Quería que, al voltear, Natasha estuviese ahí y no fuera producto de mi imaginación.

—Natasha... —mis ojos se abrieron con sorpresa al verla tan hermosa, tan ella y estaba viva. Su hermoso rostro estaba lleno de vida, su hermosa sonrisa iluminó mi alma y mi mundo tomó sentido nuevamente—. Mi bonito y hermosa Natasha.

Fui con Ethan y los tres nos abrazamos con tanto amor. Ethan no paraba de sonreír y yo no paraba de besarla.

—¿Cómo es posible esto? —limpio sus lágrimas—. Te vi morir ante mis ojos.

—Efectos de la mafia y sus secretos para engañar personas —sonríe y me da un casto beso—. Hola, mi vida. Por ti luché todo este tiempo. Quería verte tanto, mi pequeño Ethan.

Vi al resto de la familia y al parecer todos lo sabían.

Estaba feliz después de años de sufrimiento.

Mi amor había regresado.

—Los amo, feliz año nuevo —besa mis labios—. Mi pequeño gran amor, eres hermoso —le dice con mucha ilusión a nuestro hijo.

—También los amo —la beso y los vuelvo a abrazar a los dos.

Natasha y su familia armaron un plan para poder dejarla libre de cualquier cargo que le dieran si quedaba viva. Ante mucha gente murió y tomó una nueva identidad.

Aunque para mí siempre será mi Natasha.

Ahora está en silla de ruedas, pero con el tiempo podrá mejorar. Sinceramente no me puedo creer que ella este aquí con vida y celebrando el inicio de este nuevo año. A veces me sorprendo de las pequeñas cosas que me puede dar la vida para ser feliz.

Ella me volvió a salvar.

Ethan y Natasha me salvaron de caer en lo más profundo de un vacío. Ellos son mi todo y por ellos doy todo. Solo puedo agradecer a quien se supone que me la trajo de regreso porque estoy completamente feliz.

Ethan me salvó durante estos años.

Natasha nos salvó para siempre.

Mi bonita historia empieza ahora y jamás terminará.




Fin.

Tú Me SalvasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora