Natasha.
¡Me beso, Nathan me beso!
No comprendo muy bien el motivo del beso. Mi mente da miles de vueltas y realmente no sé qué hacer. ¿Le estoy devolviendo el beso?, ¿lo estaré haciendo bien? Sinceramente no lo sé. Estoy sorprendida y a la vez emocionada. No quiero que termine, pero si lo estoy haciendo mal probablemente terminará.
¡¿Qué hago con los ojos abiertos?!
Debo cerrarlos aunque me resulte imposible en estos momentos. Él tiene su ceño fruncido, ojos cerrados y sus manos están en mis mejillas. Parece relajado aun teniendo ese aspecto de molesto.
-Natasha, deja de pensar -dice, deteniendo el beso, su voz era ronca, abrió sus ojos que estaban dilatados mientras me veía con ternura-. En serio quiero besarte y tus pensamientos están en medio de nosotros.
-No lo puedo evitar -respondo, él da pequeñas caricias en mi mejilla izquierda. Coloca su frente encima de la mía pasando su pulgar por mi labio inferior-. No sé que hacer, Nathan.
-Solo déjate llevar y si te gusta, continuas -besa la comisura de mi labio-, si no te gusta puedes detenerme y hacemos como si nada paso.
-Pero...
-¿Quieres que te bese, Natasha? -se aleja un poco esperando mi respuesta.
-Quiero que me beses y me hagas olvidar lo que pasa en mi mundo -digo.
-Eso es suficiente para mí, bonita -vuelve a besarme.
Estampa nuevamente sus labios con los míos haciéndome soltar un suspiro, pasa su mano libre alrededor de mi cintura atrayéndome a su cuerpo. Me muerde un poco mi labio inferior para que abra la boca y deje entrar su lengua. Paso mis brazos por su cuello y empiezo a darle caricias en su diminuto cabello haciéndolo gruñir de satisfacción. Nos detenemos por falta de aire y en este momento me di cuenta de que tenía los ojos cerrados también.
-Me gustas -dice, con su respiración acelerada-. Me gustas mucho más de lo que podría haber imaginado.
Sonrío e intento alejarme para calmar mi respiración y mi acelerado corazón. No me deja separarme ni un centímetro de él, más bien me acerca más.
-Nate, necesito respirar un poquito -sonríe, besa mi nariz-. Vale, no me alejaré, solo intenta aflojar el agarre. No iré a ningún lado, capitán América.
Suspira y en vez de aflojar el agarre, me abraza.
-De verdad quisiera que todo esto fuera diferente -le correspondo el abrazo-. Quisiera que me hubieses conocido en otra situación, Natasha.
-Todo estará bien, Nate -acaricio su espalda-. Somos circunstancias que nunca elegimos ser -asiente-. Este era el momento para conocernos y está bien -se aleja un poco para verme a los ojos-, porque para mí fue y seguirá siendo perfecto.
Traga grueso.
-No dirás eso después de que sepas la verdad -frunzo el ceño-. No querrás saber de mí.
-Con mentiras o verdades a medias igualmente me gustas -sonríe de lado-. Puede que no entienda muy bien lo que es el amor, pero contigo todo mi sistema nervioso falla, mis pulsaciones son irregulares, a mi sistema respiratorio le falta el aire y estoy pensando seriamente en que sufriré un infarto en el miocardio.
Suelta una carcajada.
-Estás admitiendo que te gusto de la forma más hermosa que podías darme -afirma-. Eres la chica más adorable que he podido conocer y me siento afortunado de que sientas lo mismo que yo.
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Tú Me Salvaste
RomansaLibro #2 Saga Rusos. Vivir en una burbuja llena de mentiras y traiciones puede llegar a ser doloroso. Fue robada, engañada y criada por una familia que no es la de ella. Era feliz mientras no sabía nada y creía conocer con los que estaba, pero todo...