《ADIOS》

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Arcane

Lo dije, dije lo que tanto quería escuchar, pero esto se siente tan agridulce, lo tomo por las mejillas uniendo nuestros labios.

–Yo también te amo y no estoy dispuesto a perderte –vuelvo a besarlo, pero esta vez con más ferocidad.

Me voltea dejando besos por todo mi cuello.

–Voy acerté mía –demanda.

–Siempre lo he sido –respondo.

Baja el cierre de mi vestido, bajándolo por mis hombros este cae al suelo dejando mi cuerpo casi desnudo a su vista lo único que llevo son unas bragas de encaje negro, pasa sus manos por mi cintura, las va subiendo lentamente hasta tocar mis pechos empezándolos a magrear asiendo que suelte algunos gemidos.

Me voltea sin apartar la vista de mis pechos desnudos, paso mis manos por su cuello besándolo, me levanta por los muslos, llevándome a la cama, se sube encima de mi dejando caer la bata que cubría su cuerpo.

–¿Estas segura? –me pregunta.

–Si

Jadeo cuando una de sus manos se adueña de uno de mis pechos.

–Bastián –su nombre me sale en un gemido cuando se mete a la boca uno de mis pezones –Hazme tuya –pido –Márcame.

Cuando digo esto hago que él se detenga me mira sorprendido por lo que pido.

–Quiero que lo hagas márcame, hazme completamente tuya me perteneces, así como yo lo hago –a estas alturas no sé si lo digo segada por el placer o porque lo quiera, pero siente que es lo correcto y no me arrepiento.

Me mira a los ojos con una hermosa sonrisa, acerca nuestros cuerpos y sin darme cuenta ya los dos estamos completamente desnudos, jamás me ha disgustado mi cuerpo, pero ahora me encuentro nerviosa y avergonzada por el hecho de ambos estar completamente desnudos, también porque es mi primera vez, podría decir que sudo agua vendita.

~joder sé que va a doler, dolerá~ trato de relajarme.

–Tranquila mi amor –me calma –Seré gentil… al inicio.

–Confió en ti –digo sin dudar, aunque eso no quite mis nervios.

Lo observo postrar su rostro en medio de mis piernas y se exactamente lo que va a ser, no puedo evitar gemir cuando siento su lengua en mi intimidad, trato de controlar mis gemidos, pero se me hace imposible, siento como me embiste con su lengua lo que provoca que gima más fuerte.

–Mierda –gimo.

Siento como se va alejando y sin querer se me escapa un quejido lo que provoca que se ría.

–Ya estas lista para mí –se acomoda entre mis piernas con su rostro a centímetros del mío.

Trato de calmarme cuando sé que sigue.

–Confía en mi bonita –me pide dulcemente.

Poco a poco siento como ve entrando en mí, hago una mueca de dolor, él se percata y me abraza provocando que lo habrase también, araño su espalda cuando está totalmente adentro gime fascinado.

–¿Estas bien? –asiento sintiendo como el dolor empieza a cesar.

Empieza a salir y vuelve a entrar provocando que vuelva a jadear, primero comienza lentamente, siento como ya me he a adaptado, dando una mirada para que se mueva más, lo entiende y antes de comenzar me da un casto beso. Sus embestidas van aumentando la intensidad cada vez más rápidas, lo que era dolor sea convertido en puro placer.

Sol y luna (Novikov #1) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora