BÚSCAME [Parte 1 Y Parte 2]

VIII

Como algo raro en esta ciudad a empezado a llover un par de calles después de salir de la cafetería. Decido sacar mi cámara y plantarme a la mitad del camino para tomar fotografías de algunas almas en pena.

La primera que tomo es a un señor quien lleva mucha prisa, va de traje, bastante elegante; Algún evento ha de estar esperándolo, en sus manos lleva algunas bolsas de regalo y lleva cara de perro regañado.

Me río por las caras que hace y el intento patético que da para taparse el rostro con la mano.

La segunda foto, es de una chica, va vestida muy al estilo ponk y notablemente va enojada con la vida, te comprendo es tan miserable a veces, cuando quieras me invitas un té y hablamos peste de la vida.

Mi radar de almas en desgracia busca una nueva víctima a quien fotografear pero me sorprendo al ver una cabellera conocida.

Esta de pie junto al poste de luz que está en una esquina que da al tren, no se mueve, no se inmuta hasta me atrevo a decir que su mente está viajando por los confines del universo. Su cabello rubio está todo mojado lo cual hace que algunos mechones queden pegados a su frente e igual que el otro día mantiene sus manos en los bolsillos.

Decido aumentar el zoom de mi cámara y detallar su rostro, pero...es indescriptible admito que me deja sin habla.

En conclusión el maldito tiene algo que lo hace ver demasiado bueno. Si hubiera detallado ese rostro en vez de desear su polla y la fuerza con la que me daba mientras teníamos sexo la calentura se hubiera aumentado en mí.

El echo que aún no se mueva ni con los empujones de la gente me preocupa por alguna extraña razón por lo que me acerco a él.

-Te mueves o te muevo chimiltrufio.

Lentamente voltea su rostro en mi dirección y percato lo inchados que están sus ojos.

-¿Estas llorando?

Que pregunta más estúpidamente Fénix

El sorbe su nariz la cual tiene un color rojizo y lo hace ver más lindo.

Deja la calentura de lado mujer.

-Encontraron un cuerpo en la iglesia.

Bueno ¿Y yo que pregunté?

-Un alma menos en esta miserable tierra.

El unde su entrecejo y la molestia se hace notar en segundos.

-¿Cómo puedes hablar así de los muertos?

-No se ofenderan, ya están muertos-Digo obvia.

-¿No sientes lastimas por las personas hallegadas a el?

-No.

Soy sincera, honesta y lo siento si eso les molesta pero, pónganse a pensar. Después de que ya nos vamos de este plano nadie sabe en realidad a donde vamos o que hacemos. Y la hipocresía de los familiares es lo que más me molesta, lloras después de muerto porque mientras vivia no supiste valorarlos.

-La vida está sobrevalorada.

-Estas loca.

Río sin gracia.

No quiero importunar más así que decido retirarme y dirigirme a tomar mi tren antes que la lluvia se intensifique una vez más. Además la incomodidad se puede palpar pero mi huida se me interrumpiendo por unos brazos cuyos se enrrollan en mi cintura dejándome rígida tras el tacto.

-Era un amigo.

-Es una pena escuchar eso.

-Duele mucho aunque no lo creas.

-Perdí a mi padre, así que se cono se siente.

El deja caer su cabeza y unde si rostro en mi cuello, subsionando pequeñas partes de el, causando escalofríos en todo mi cuerpo.

Es extraño como pasamos de un momento incomodo a algo subido de tono.

Cambio de planes, me lo voy a follar.